Patxi López: «No me importa reconocer que el País Vasco es una nación... ¿Y?»

-¿Han hecho ya la reflexión debida de por qué los vascos no respaldaron en las urnas su gestión?

-Lo estamos haciendo. Lo importante era redifinir el proyecto de los socialistas vascos, dar respuesta a las urgencias de la gente y buscar la cercanía. El Congreso del PSE debe servir de avanzadilla para el debate de ideas, definir propuestas y hacer un partido más abierto, participativo, permeable y transparente.

-Y como avanzadilla, ¿se va a presentar a las primarias del PSOE?

-No... (sonríe) Me presento para ser secretario general en el País Vasco. Me parece ya suficiente responsabilidad.

- Pero, ¿tiene muchos amigos en Ferraz? ¿Les seduce su proyecto?

-Sí, pero no por mí. El socialismo vasco ha sido referente de cómo enfrentar la crisis desde planteamientos bien distintos a la imposición neoliberal, sin recortar en servicios públicos.

- Siendo así un referente, ¿por qué no se anima?

- Porque de momento tenemos un líder, que es Alfredo Pérez Rubalcaba. Le hemos elegido hace poco.

-No se autodescarta tampoco...

-No… (evasivo). Pero yo ya le digo que mi objetivo es seguir siendo el secretario general de los socialistas vascos. Ya estoy en la Ejecutiva Federal y siempre he dicho que lo que pueda ayudar al conjunto del PSOE, lo haré.

-¿Cómo ve el liderazgo interno de Rubalcaba un año después de Sevilla?

-Hemos pasado una mala época dentro del PSOE y es momento de liderazgos. Estoy convencido de que Alfredo, y lo estamos viendo estos días, se está presentando ante la sociedad española con la contundencia de un líder.

-No se refleja en las encuestas. El PP se hunde y el PSOE no remonta.

-Sí, pero nos equivocaríamos si lo que ofreciera el PSOE a la sociedad fuera el cambio de la foto y nada más. Me parece más importante la redifinición de las propuestas que las personas.

-Perdone que insista, pero no parece que Rubalcaba tenga el mayor crédito de los ciudadanos para liderar el renovado proyecto socialista...

-No conozco a nadie en este momento de desafección de la política que tenga crédito. Empezando por el propio presidente del Gobierno, que a día de hoy tiene crédito cero. Me preocupa el desprestigio permanente de la política y los políticos. Creo que nos debiéramos dedicar mucho más a recuperarlo que a luchas cainitas.

-¿Cree como Ferraz que Rajoy debiera dimitir ante la sospecha de corrupción?

-Es que en momentos de crisis como este, la confianza en el líder es fundamental. La credibilidad del presidente Mariano Rajoy es cero y eso le cuesta mucho a España. Por el bien del país debiera dejar paso a otro.

-¿Por qué pide el PSOE, ahora que no gobierna, reformar la Constitución?

-El presidente Zapatero ya quiso impulsar una reforma constitucional acotada, porque no se trata de un nuevo proceso constituyente, sino de definir qué cosas hay que actualizar de la Constuitución, que no es sagrada. El PSOE debe exponer con claridad que la Carta Magna necesita ser cambiada. Se resolverían muchos problemas. Uno es el modelo territorial, pero a mí me importa mucho constitucionalizar el Estado de Bienestar.

-Todos los ciudadanos somos iguales en derechos.

-Claro.

-Sin embargo, usted apuesta por un modelo federal asimétrico.

-Sí, pero un modelo federal que reconoce las singularidades de este país. Y que garantiza unos estándares de igualdad. Es que el planteamiento de todos absolutamente iguales quiere decir, por ejemplo, por qué hay ayuntamientos que prestan unos servicios y otros que no lo hacen… Eso es absurdo. Lo que hay que garantizar son los estándares mínimos de igualdad.

-¿Reconociendo derechos históricos?

-Reconociendo los hechos y algunos derechos históricos, sí, claro. Pero eso no quita para que también el sistema federal sea un sistema de solidaridad.

-¿Debe Cataluña tener un sistema fiscal más ventajoso?

-Debería disponer de una financiación más acorde a su realidad. Necesitamos un sistema más equilibrado de solidaridad.

- ¿Y Madrid por qué no?

-También. Las regiones más ricas deben aportar a la solidaridad común, pero no tanto que se generen agravios como ha sucedido en Cataluña.

-¿El vaciado de competencias al Estado no ha alimentado la voracidad de los separatistas?

-Los nacionalistas son insaciables por naturaleza. Pero las competencias están definidas en los Estatutos, que nacen de la Constitución. Otra cosa son algunas negociaciones de los gobiernos centrales con los nacionalistas intentando buscar votos a base de prebendas... La descentralización es infinitamente mejor que la centralización. Ahora bien, en todo el país debe haber una garantía de igualdad en las prestaciones, derechos, oportunidades.

-¿Por qué apuestan por federalismo?

-Porque es un modelo para la suma, no para la secesión. Porque permite la corresponsabilidad, es decir, formar parte del todo sin renunciar a ser uno mismo. Yo quiero que las comunidades participemos y nos hagamos responsables de la gobernanza de España. Es un modelo para la lealtad institucional, para definir claramente las competencias de cada uno que no pueden ser invadidas por los decretos del Gobierno central. Un modelo para la multilateralidad. No voy a apoyar nunca ningún modelo que suponga la ruptura y caminar cada uno por su lado.

-¿El PSOE aspira a un Estado anacional, término acuñado por usted?

-Eso no he dicho yo... No me suena. Es más, cuando me preguntan sobre el debate de la nación que parece que ha perdido fuelle ahora… A mí no me importa reconocer que el País Vasco es una nación en el sentido cultural, histórico… Pero punto. ¿Y?

-¿Y España una nación de naciones?

-¿Y qué diferencia hay entre una nación de naciones, una nación de nacionalidades? Nos volvemos locos con los términos. ¿Y? Como socialista, y por tanto internacionalista, no es que no tenga mis raíces, pero el modelo territorial es un instrumento para llevar a la práctica la libertad, la igualdad y la solidaridad. No la identidad.

-La disparidad de ideas dentro del PSOE desconcierta a la gente.

-Estoy convencido de ello. Por eso nuestro objetivo es definir el modelo que representa al conjunto del PSOE y que sea una España dentro de Europa.