EL GRAN ERROR DEL CABILDO

El fallo fue haber respetado el edificio de la antigua Mezquita en vez de arrasarlo sin contemplaciones

El Cabildo Catedral de Córdoba cometió, hace ya tiempo, un error histórico del que nadie le ha pedido responsabilidades. Y con contumacia ha seguido durante siglos obcecado en ese error, del que en ocasiones, incluso, se ha sentido orgulloso, aunque los cordobeses y quienes nos visitan seguimos «sufriendo» sus consecuencias a diario, cada vez que nos acercamos a la Catedral, antigua Mezquita, especialmente si entramos en ella.

Pero me da la impresión de que nadie ha caído en la cuenta de ese error ni le ha pedido cuentas al Cabildo a lo largo de toda esta asquerosa campaña sobre la propiedad de la Catedral, antigua Mezquita, una campaña que babea anticlericalismo rancio y maloliente desde sus inicios, por más que en ella hayan hecho el papel de tontos útiles algunos que se las dan de católicos y esgrimen su versión del Evangelio como los de Al Qaeda esgrimen la suya del Corán.

¿Que cuál fue su error, que cuál ha sido esa barbaridad que han seguido ejecutando impunemente durante cerca de ocho siglos? Pues muy fácil: haber respetado, con un cuidado digno de mejores causas, el edificio de la antigua Mezquita (y más antigua aún basílica cristiana), en vez de haberlo arrasado sin contemplaciones, como hicieron sus colegas de otras ciudades. Si hubieran hecho, por ejemplo, como sus homólogos sevillanos, lo mismo tendríamos una Catedral convencional, que no sería ni la más grande ni la más guay del mundo, pero al menos no tendríamos que soportar la interminable concatenación de gilipolleces y despropósitos que estamos viendo estos días por parte de la más rancia izquierda anticlerical... y de algunos que se las dan de católicos y han cumplido al pie de la letra su papel de tontos útiles.