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Fede VICO, Futbolista del Anderlecht

«El Córdoba está un poco tieso, pero espero que con mi venta se haya saneado»

Consciente de que «aquí económicamente los clubes están muy justitos, es una ruina», deja un millón y medio de euros en las arcas

«El Córdoba está un poco tieso, pero espero que con mi venta se haya saneado»

RAÚL DÍAZ

De un destino playero (Moraira, Alicante) a otro (Fuengirola, Málaga). Fede Vico, el traspaso más caro de la historia del Córdoba (un millón y medio de euros, que vendrían a ser 250 millones de pesetas), atiende a ABC en plenas vacaciones antes de iniciar su primera aventura en el extranjero: con apenas 18 años (cumplirá 19 el 4 de julio), acaba de firmar un contrato de cinco temporadas con el Anderlecht, con el que progresará en una liga menor como la belga y debutará en la Champions. Casi nada. Atrás deja su precoz (16 años y 203 días) debut como blanquiverde de la mano de Lucas Alcaraz y su crecimiento con Paco Jémez, Rafa Berges y Juan Eduardo Esnáider. Ocho goles, esas potentes arrancadas y esos regates barnizados por su zurda quedan grabados en la retina del cordobesismo, que seguirá la prometedora carrera del atacante allá donde vaya.

—Relájese mientras pueda. Le esperan emociones fuertes en julio...

—Ahora mismo estoy de vacaciones. Son cortas, pero las voy a aprovechar al máximo. Ahora me esperan emociones fuertes, pero es el fútbol. Toca adaptarse al equipo, a la ciudad...

—¿Tenía claro que la mejor opción era la del Anderlecht?

—Sí, sí. Con mi representante (Salvador Sánchez) estuve hablando durante mucho tiempo, y con mi padre también, y hemos decidido que era la mejor opción. Creo que he acertado.

—Desde luego, disputar la Liga de Campeones es un gran incentivo. Imagino que está deseando enfrentarse a los mejores jugadores del mundo.

—Estoy deseando que sea ya el sorteo de la fase de grupos, porque el Anderlecht se ha clasificado directamente. Ojalá nos toque algún equipo español.

—¿Alguna prioridad?

—Me encantaría que nos tocase el Madrid. Jugar en el Bernabéu con el himno de la Champions es un sueño desde chiquitito.

—¿Qué otras ofertas ha dejado pasar? Se ha hablado del interés de muchos clubes.

—Ofertas en firme no, pero sí ha habido interés de muchos: Betis, Castilla, Barcelona B, Benfica... Pero no han apostado tan fuerte como el Anderlecht. Me he decidido porque ellos han apostado desde el principio por mí.

—¿Es una cuestión económica o de proyección deportiva? ¿Qué aspectos le han llevado a decidirse?

—Tanto económicos como deportivos. El Anderlecht ha hecho una apuesta muy fuerte.

—Salir de España con la mayoría de edad recién alcanzada es un auténtico desafío. ¿Asume esa responsabilidad?

—Claro que la asumo. Si no, no habría fichado por un equipo extranjero. Aquí se quedan amigos, familia, mucha gente que quiero mucho. Mis padres estarán conmigo durante los primeros meses, hasta que me acostumbre; hasta que me adapte y me suelte, cuando conozca la ciudad.

—¿Tiene ya vivienda en Bruselas? ¿Se la ha puesto el club?

—Me están buscando un piso, pero todavía no hay nada hecho. Tengo que ir a verlos. Ahora veré un piso que me han dejado ellos. Seguramente viviré en el barrio del Anderlecht, porque me pillan la ciudad deportiva y el campo al lado y es más cómodo.

—La fuga de talentos es imparable. El fútbol español no deja de exportar. ¿Mejor fuera que en casa en la coyuntura actual?

—Como está la situación, sí. Aquí económicamente los clubes están muy justitos, es una ruina. Y fuera de España te valoran más, quizá porque los clubes extranjeros tienen más recursos. Si pueden aportar más económicamente y la apuesta deportiva es igual o similar, sales fuera.

—¿Qué tal lleva los idiomas? ¿Francés? ¿Inglés?

—En el colegio los aprobaba, pero nunca he hablado inglés ni francés. Estudié francés durante cuatro años en la ESO, pero no me acuerdo de nada. Me tocará aprender y ponerme las pilas. Ya tengo un profesor, pero no lo conozco todavía.

—Sí conoce las instalaciones del Anderlecht. ¿Aquello es otro mundo?

—Comparadas con las del Córdoba, que ofrecen un aspecto desolador... Te das cuenta de que en mi corta carrera es un paso por todo: instalaciones, vestuario... Es increíble. Es un equipo de Champions.

—Desde luego, poco que ver con la estructura del Córdoba. El club necesita una ciudad deportiva en condiciones como el comer.

—Sí. La ciudad deportiva no tiene nada que ver. El estadio es antiguo, como el Anderlecht. Pero ahí te das cuenta de que estás en un gran club de Europa. El campo tiene calefacción por debajo, incluso dispones de una habitación para dormir cuando tienes doble sesión...

—¿Qué tal es su relación con Carlos González? ¿Le está agradecido por esta operación o todo lo contrario?

—Estoy muy agradecido. Durante estos dos años me ha tratado muy bien. Es una persona muy sincera, muy natural, me cae bastante bien. Le agradezco cómo ha llevado el tema. No me dejó salir antes, y a lo mejor eso me ha venido bien. He visto este tren y me he subido a él.

—¿Cree que es el presidente del futuro del Córdoba o que la venta de la entidad está al caer porque la situación es crítica?

—No sé cómo está ahora mismo el club. Sé que está un poco tieso, pero espero que con mi venta se haya saneado un poco.

—La afición se muestra impaciente porque no hay entrenador, no hay fichajes... Sólo salidas y de futbolistas importantes, entre ellos usted. Como cordobesista, ¿le preocupa?

—Sí, me preocupa bastante. Todavía queda todo un verano para negociar, pero cuanto antes se solucione, mejor para el cordobesismo.

—Con estos mimbres se antoja complicado ascender a Primera, como se intenta vender desde el club.

—También recuerdo que el año pasado nuestro objetivo era salvar la categoría y casi subimos. En el fútbol nunca se sabe.

—¿Cómo explica la involución que ha sufrido el Córdoba? ¿Dónde ha estado la diferencia entre esa temporada tan ilusionante y ésta tan complicada?

—No creo que haya habido una involución. El año pasado se hizo una grandísima campaña y este año se ha hecho una buena campaña. Lo que pasa es que la gente se crea unas expectativas y, si no se cumplen, ya es un fracaso absoluto. Hay que recordar que Córdoba lleva 40 años sin ver la Primera División, y en dos años no podemos pretender... Sí, es muy bonito, se ha creado mucha ilusión, pero la gente tiene que entender que todo tiene un proceso.

—El que sí estuvo a punto de subir es el filial, como usted comprobó en el palco de El Arcángel en la vuelta ante el Granada B. Un halo de esperanza: el cordobesismo demostró en esa eliminatoria que está muy vivo.

—Pienso que la cantera del Córdoba tiene mucho potencial. Lo han demostrado. Hay compañeros míos que pueden salir, como yo he salido, o como Javi Hervás, Fernández, Fuentes... Pienso que hay mucha cantera. Es bonito ver al filial peleando por un ascenso y creando ilusión también en el cordobesismo.

—Disfrute de estas semanas de tiempo libre y siga dejándonos con la boca abierta, aunque sea por televisión. Ya le echamos de menos.

—Disfrutaré. Muchas gracias.

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