Churros con helado... o mejor aún, con queso

«Se parece al ‘youtiao’ del desayuno», comenta una joven que también repara en dos elementos del logotipo de la empresa: Madrid, 1894. «Se habrán confundido, seguro que querían poner 1994», añade convencida. Pero no, la información es correcta. Hace ya 118 años que la chocolatería San Ginés abrió su primer establecimiento en la capital española. Y, ahora, se sube al tren de la globalización con un ambicioso plan de expansión en China.

Para el primer trimestre de 2013 ya contará con tres churrerías en la capital económica del país , y en unos años espera estar presente en todas las ciudades importantes de la costa este. San Ginés incluso masca la posibilidad de llevar al país de Mao el carrito de los churros. «Con nuestro socio chino nos gustaría lanzar este concepto para llevarlo los fines de semana a la salida de las discotecas», cuenta Guillermo García, responsable del proyecto de China. Sin duda, no hay nada más tradicional que un chocolate con churros para aplacar la resaca.

De momento, hoy, después de haber elegido el concepto fast food para introducirlos en el gigante asiático, la centenaria empresa celebra la inauguración de su primera chocolatería en Shanghái. Allí, media docena cuestan 10 yuanes (1,20 euros) y, acompañados de un vasito de chocolate importado de España, un total de 19 yuanes (2,30 euros).

«La calidad de los churros es la misma que en España: hemos importado la maquinaria y el maestro Daniel Real ha formado al personal», asegura García. Sin embargo, San Ginés ha tenido que adaptarse al paladar chino . «Aquí no gusta tanto lo dulce, y beber chocolate es inconcebible, así que hemos incluido el helado y el queso cheddar. Suena un poco raro, pero tampoco es tan descabellado, hasta yo me he aficionado. Los churros con queso son los más vendidos».

El establecimiento ocupa solo una pequeña esquina en la zona de restaurantes del centro comercial, pero ha conseguido atraer todas las miradas. El hecho de que los churros se cocinen ante el público sin duda es parte del éxito que ha cosechado, aunque quizá sea también por eso que las autoridades solo les han concedido un «aceptable» en el grado de higiene.