Suscribete a
ABC Premium

Cooperación internacional, hora de reinventarse

Los recortes en los Presupuestos provocan que Exteriores reduzca el número de países beneficiarios de la ayuda al desarrollo, que se centrará en países estratégicos

Cooperación internacional, hora de reinventarse fpsc

jaime g. mora

«Por supuesto que la política de cooperación forma parte de la política exterior, aquí y en todos los países del mundo». Esas palabras, pronunciadas por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo , en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo el pasado 14 de marzo, sentaban las bases de un nuevo enfoque tras unos años marcados por la opulencia y la ausencia de objetivos claros.

Se trata de un cambio de rumbo obligado por la crítica situación económica. El Ministerio de Exteriores es la cartera más afectada, con un presupuesto reducido en más de 1.400 millones , esto es, un 54,4%. Los fondos para la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo dejarán de contar con 594 millones. Es el momento de «hacer de la necesidad virtud», en palabras de Jesús Gracia , secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica.

La Fundación Promoción Social de la Cultura celebró la semana pasada en Madrid sus 25 años al servicio de los grupos más necesitados. Y lo hizo con un seminario que dibujó un retrato fiel de dónde está la cooperación y hacia dónde debe ir. El secretario de Estado, exdirectores de la Agencia Española de Cooperación Internacional, representantes de institutos y oenegés coincidieron en que hay que repensar la cooperación para lograr la máxima eficacia. «Lo vamos a hacer por necesidad y por convicción», indicó Gracia.

Hacia la focalización

Lejos quedan las vacas gordas, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fijaba el 0,7% del PIB como objetivo, llegando incluso al 0,5% en 2007-08. Entonces España se colocó entre los mayores donantes, si bien la calidad de la ayuda retrocedía varias posiciones, según un informe del «Global Development Center». La ayuda al desarrollo no perseguía un objetivo finalista; la lucha contra la pobreza era el principio inspirador, de manera que la política de cooperación quedaba desmarcada de la política exterior.

La ayuda al desarrollo no perseguía un objetivo finalista

Un error, según Rafael Rodríguez-Ponga , secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional entre 2001 y 2004. «Cuando ocurrió el incidente de Perejil, el momento en el que las relaciones entre España y Marruecos estaban en el peor momento, la cooperación al desarrollo lo soportó». Vuelve esa doctrina: España no ha tocado esas partidas a Bolivia, después de que García-Margallo insinuara hacerlo una vez que Evo Morales nacionalizó Red Eléctrica Española.

Y es que Bolivia es un país prioritario. En una primera etapa, el Gobierno concentrará la ayuda de cincuenta a veinte países , en aquellos donde España pueda lograr una ventaja comparativa. Eso significa dirigirse a los países de América Latina y Centroamérica . También el norte de África . «Vamos a mantener nuestro compromiso. No solo con Marruecos y Mauritania, también acompañando esta situación novedosa de la Primavera Árabe. Vamos a seguir trabajando de una manera diferenciada con cada país», explica Gracia.

Los ajustes en el seno de la Secretaría de Estado de Cooperación, subraya Gracia, pasan por una necesaria concentración sectorial, mejor coordinación con el sector privado, un rediseño de las oenegés y una coordinación con las Comunidades Autónomas que simplifique la burocracia.

«Desplome sin precedentes»

Todas estas líneas maestras están recogidas en el informe «Nunca desaproveches una buena crisis» , coordinado por Iliana Olivié para el Real Instituto Elcano. Priorizar la calidad sobre la cantidad debe ser el objetivo primero. A partir de ahí, es posible focalizar el destino de las ayudas y tejer relaciones de cooperación indirectas con otros países. Solo desde un enfoque realista, «la cooperación como herramienta, a modo de compensación o soborno», y reorientando las relaciones hacia las potencias emergentes, España podrá adoptar una «identidad propia».

España debe adoptar una «identidad propia» en cooperación internacional

Mejores resultados con menos recursos. La dificultad es máxima. Cecilia Carballo , de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de España, piensa que estamos ante un «desplome sin precedentes en términos cuantitativos y cualitativos». Porque existe una «transnacionalización de las cuestiones que atañen al desarrollo», España debe apostar por la recuperación y alcanzar la cifra del 0,7% en 2015.

Consuelo López-Zuriaga , de Intermón-Oxfam, expresa también su alarma antes las señales que evidencian un retroceso: «Nos preocupan las alarmantes señales que estamos recibiendo, las de un país que no reconoce la labor de mantener la cooperación al desarrollo como una política pública que potencia la proyección exterior de nuestro país».

Y propone convertir la crisis en una oportunidad, definir un perfil específico como donante : lucha contra el hambre, respuesta humanitaria y fomentar servicios sociales esenciales de mayor calidad y de cobertura universal. «El camino que hay que seguir está en esta dirección. De lo contrario, seguiremos haciendo esfuerzos inútiles. Con esa melancolía inexcusable».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación