Nadie de las 279 personas que hubo en el parque vio a Ruth y José
La Policía cribó además los 21 establecimientos de la zona y ni un cliente o vecino recordaba a los hijos de Bretón

L a Policía recorrió todos los establecimientos que rodean la zona por la que pudo pasar José Bretón con sus hijos - 21 en total, desde cafeterías a peluquerías pasando por panaderías, clínicas dentales o un estanco-. Más de la mitad estaban cerrados la tarde del 8 de octubre, pero ni en los que estaban abiertos ni en el resto , con cuyos propietarios o empleados se habló, se ha encontrado a una sola persona que viera a Bretón y mucho menos a sus hijos. Y eso, pese a la amplia difusión de las fotografías de los pequeños pocas horas después.
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Solo una persona en el entorno rastreado -los establecimientos situados entre las calles Pintor Zurbarán y Pintor Losada, por donde dijo haber pasado el padre- aseguró haber visto a Bretón buscar a sus hijos sobre las 18.30 horas del 8 de octubre. Este hombre, de 27 años, cliente de una cafetería situada a escasos metros de donde aparcó Bretón, explicó que en torno a las 18.35 bajó a tirar la basura en unos contenedores y en ese momento vio al padre, en el cruce de las calles Pintor Espinosa y Doctor Julián Ruiz Ortiz, vociferar el nombre de sus hijos. Aseguró que le preguntó si había visto a los niños porque los había perdido y hablaron un instante sobre la ropa de los menores.
Solo una persona, un joven de 27 años, aseguró haber visto a Bretón buscar a sus hijos
Los investigadores resaltan respecto a este único testimonio que el punto en el que el joven dice ver y hablar con Bretón se encuentra alejado del que éste dijo haber perdido a los niños, y al que afirmó regresar. Además, según el testigo, se dirigió en dirección al polideportivo Vista Alegre, es decir, en dirección contraria al lugar en el que tenía estacionado su vehículo y por una vereda que le alejaba aún más del lugar donde dijo que habían desaparecido los niños.
El sumario recoge que se pudo localizar a otras personas que vieron esa tarde a Bretón, tanto solo como con su hermano y su cuñado; contaron que para entonces ya habían desaparecido los niños. La Policía resalta que se movilizó la ciudadanía y gracias a eso se encontró a diversos testigos, y muestra su extrañeza de que todos vieran a Bretón después de que saltara la alarma por la pérdida de los niños y nadie lo hiciera antes.
Testigos contabilizados uno a uno
Esa fue una de las gestiones de localización en torno al parque, pero no la única. Los investigadores contabilizaron uno por uno a todos los que entraron y salieron del parque infantil la «Ciudad de los Niños» entre las seis y las siete menos cuarto de la tarde: un total de 279 personas, 213 adultos y 166 niños , tal y como captó la cámara de video vigilancia número 10, la misma que «cazó» a Bretón y le estropeó su coartada.
Para la Policía y el juez estos son indicios claros de criminalidad respecto al lugar en el que el imputado sitúa la pérdida de Ruth y José, el parque Cruz Conde, « donde e xisten grandes contradicciones y falsedades en el testimonio de Bretón» porque ya participan terceras personas y es más difícil planificar todos los detalles.
Él contó que en el Cruz Conde había varios grupos numerosos de personas, pero los testigos señalaron que el parque estaba a esa hora prácticamente vacío, entre otras cosas porque era una tarde muy calurosa; la cámara de vigilancia tampoco recogió la presencia de ningún grupo.
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