Un Sant Jordi sin complejos

A veces, la vida va por un lado completamente diferente del que quieren marcar las decisiones políticas. En esa Cataluña feliz que se inventó el nacionalismo no cabían los toros. Pero existe una Cataluña real que sigue luchando contra la libertad cercenada de poder acudir a una plaza de toros, de poder desarrollar libremente una afición. Como prueba, las ciento cincuenta mil firmas de catalanes que están depositadas en el Congreso junto a otras miles que hacen el medio millón que avalan la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular que ha de blindar la Fiesta.

Pero estaba en la diferencia de la Cataluña feliz y la real, y como ayer se celebró San Jordi, por aquello del libro y la rosa, es buen momento para recordar que entre toda la oferta editorial lanzada desde Cataluña también existen buen número de títulos de libros taurinos.

¿Libros taurinos en Cataluña? Sí, y buenos, y lanzados desde editoriales catalanas que no se sienten acomplejadas por el dictado oficialista. Desde «Catalunya taurina», de Raúl Felices a «Crónicas para un adiós. O no», de Paco March, la editorial Bellaterra mantiene una colección de Tauromaquia con más de una decena de títulos. También están en las librerías «La Monumental de Barcelona. De Joselito El Gallo a Manolete», de José Luis Cantos, «La Monumental. Historia gráfica de la plaza de toros de Barcelona», de Carles Salmurri, y «Toros, sí», de Salvador Boix.

Pues ya que los aficionados catalanes tienen prohibido ejercer su afición, y mientras desde el Congreso llegan noticas del decreto o la ley que declare al espectáculo taurino como Bien de Interés Cultural en toda España, siempre queda el refugio de los libros, siempre queda una oferta cultural que se muestra sin complejos, que demuestra que la realidad social puede ser distinta a la realidad política.