El Hércules estudia dotar a todo el Rico Pérez de desfibriladores

El Hércules de Alicante quiere dar un paso más en la modernización a la que está sometiendo todas sus infraestructuras. Esta vez será a favor de la seguridad y salud de los aficionados que acudan al Rico Pérez , para permitir actuar lo más rápidamente posible y reducir al máximo las consecuencias derivadas de un ataque cardíaco. Para ello, el club quiere convertir su coliseo en Espacio Europeo Cardioprotegido , denominación de la que solo pueden hacer gala estadios de máxima categoría como Cornellá-El Prat y el Vicente Calderón .

La entidad alicantina lleva tiempo manteniendo conversaciones con el Instituto Mediterráneo de Cardioprotección , que en los próximos días realizará un estudio a fondo de las gradas e interior del recinto para determinar el número de desfibriladores que sería necesario instalar para lograr el mencionado certificado y garantizar la asistencia ante eventuales ataques.

El propósito es poder actuar en menos de cuatro minutos en cualquier parte del Rico Pérez, tiempo que los estudios señalan como vital: si se hace dentro de ese intervalo, las posibilidades de éxito son hasta del 90% . Los estadios antes citados cuentan con aproximadamente una docena de aparatos, que están perfectamente señalizados en torres de las cuales se pueden extraer para ser rápidamente trasladados al lugar que sea necesario.

En el plan de atención también se contempla la necesidad de que el personal del recinto pueda hacerlos funcionar, por lo que porteros, guardias de seguridad y otros empleados recibirían un curso de formación .

Los costes totales de cada puesto rondan los 2.000 euros, aunque estos están subvencionados por la fundación tripartita. Si el Hércules consigue el visto bueno de la Administración, en aproximadamente un mes el exjugador Miguel García (que sufrió un ataque durante un partido con el Salamanca) podría entregar al club en calidad de representante de la fundación el emblema que le acreditara como Espacio Cardioprotegido Europeo. El momento idóneo para un final de liga que se intuye cargado de emociones y, por tanto, calificado de alto riesgo según el estudio de probabilidades que llevan a cabo las autoridades médicas. El club ya recibió dos desfibriladores cuando volvió a Primera, pero son insuficientes para la obtención del certificado y no hay personal cualificado para su uso.