La crisis frena la diáspora

La disolución del sindicato de jugadores de la NBA el pasado lunes ha dado paso a un sinfín de rumores. Pau Gasol al Barcelona, Dwight Howard al Real Madrid, Kevin Durant al Maccabi... la lista es interminable, pero encierra más deseos que realidades, al menos a día de hoy. «Creo que el movimiento es más aparente que real», apunta Juan Aísa, consejero delegado de la agencia de representación U1st, que maneja el destino de más de 30 jugadores de la NBA en todo el mundo. Aísa, ex jugador del Estudiantes y el Real Madrid entre otros, conoce bien el mundillo y reconoce que «será muy difícil que las grandes estrellas vengan si no se cancela antes la temporada de la NBA de manera completa».

La crisis económica ha sacudido de manera especial al mundo del baloncesto. Los recortes en clubes históricos como el Panathinaikos o el Olympiacos, han sido evidentes. «El dinero ahora —apunta Aísa— está en tres o cuatro grandes clubes (Real Madrid, Barcelona, CSKA) y en Turquía, que es uno de los países europeos donde menos se ha notado la crisis . El problema es que esos equipos ya tienen sus plantillas planificadas y, salvo lesión, como ha ocurrido en el caso del Real Madrid con Ibaka, me parece difícil que se lancen al mercado». El regreso de Nocioni a Argentina o la vuelta de Splitter (Valencia) a la ACB, son dos de las pocas operaciones cerradas tras la reunión del lunes.

La diáspora, pues, queda en manos de una fecha límite. El 7 de enero, el día que, como muy tarde, se decidirá la cancelación de la temporada estadounidense, y que marcaría el inicio de la llegada de las grandes estrellas a Europa.

«El coste del seguro sería el gran impedimento para poder ver a los Howard, Gasol, Durant y demás jugando la Euroliga», reconoce David Carro, de la agencia Fair Play, representante, entre otros muchos, de Rudy Fernández. Carro apunta que Europa es el destino preferido, pero no el único posible para la diáspora. «La liga china —que comienza este fin de semana—ya cuenta con varios NBA y es un mercado muy tentador para los jugadores», señala.

A pesar del esfuerzo, es imposible que el mercado se haga cargo de los 450 jugadores de la NBA, que sopesan crear una liga de exhibición alrededor del mundo para ganar dinero y mantenerse en forma de cara a los Juegos Olímpicos, que ahora mismo corren peligro para Estados Unidos.