Medio camino ya está recorrido...
Las sedes olímpicas más costosas están terminadas o en ejecución
S. MEDIALDEA
Madrid 2012 tuvo que luchar contra la incredulidad de casi todos; 2016, contra los elementos geopolíticos; en 2020, el primer obstáculo a batir es el económico. Pero los responsables de la candidatura madrileña insisten: la mayor parte del proyecto ya está hecho. Lo cierto es ... que muchas de las sedes olímpicas más costosas están construidas, o en vías de ejecución.
La Peineta será reconvertida en Estadio Olímpico con dinero privado; el centro de alto rendimiento de tenis ya es una realidad, al igual que el Palacio de los Deportes, el Madrid Arena o los pabellones de Ifema. Y el Centro Acuático, aún a medio hacer por falta de liquidez, ha ejecutado ya la parte más costosa de su inversión.
La principal idea de la presentación olímpica madrileña ha sido transmitir que esto no va a ser un nuevo derroche, sino una oportunidad a la que no se puede dar la espalda. El alcalde, el portavoz socialista Jaime Lissavetzky, el vicealcalde Manuel Cobo, el presidente del COI Alejandro Blanco, el presidente del PP Mariano Rajoy, el secretario de Estado para el Deporte Albert Soler... todos ellos, y algunos más, insistieron en el mismo argumento: la mayor parte de la inversión ya está realizada.
«Sirven todas»
«Hay mucho trabajo hecho», concluyó el alcalde madrileño: más del 80 por ciento de las sedes, dijo, están construidas, y «sirven todas» para el nuevo proyecto Madrid 2020. Porque, con algunos retoques, será muy similar al de 2016 en sus planteamientos: unos Juegos compactos, con sedes bien comunicadas con el aeropuerto y entre sí. Y muchas de ellas, visibles y visitables.
Por ejemplo, la Caja Mágica, el centro de alto rendimiento de tenis diseñado por Dominique Perrault que se construyó sobre 82.500 metros cuadrados y fue inaugurado en abril de 2009. Con sus tres estadios —con capacidad para 12.400, 3.200 y 2.700 espectadores—, y sus 11 pistas de tenis indoor y 16 exteriores, es una de las instalaciones más modernas en esta disciplina. Su techo abatible permite celebrar partidos al aire libre, o cerrarse en caso de lluvia. Costó 160 millones de euros.
Dinero ya gastado
Otras instalaciones que ya están listas son el Palacio de los Deportes, una moderna instalación estrenada en 2005, obra de Enrique Hermoso y Paloma Huidobro, que reformó completamente y amplió de paso el primitivo palacio, tras el incendio que éste sufrió. Otros 124 millones de euros de inversión que ya está hecha. Igual ocurre con el Telefónica Madrid Arena, polivalente en sus usos y en su disposición interior.
El Centro Acuático, sin embargo, sí que precisará inversión futura. Comenzó a construirse hace ya muchos años, pero los sucesivos parones postolímpicos y la actual falta de liquidez tienen la obra detenida «sine die». Las piscinas, de Juan José Medina, no se terminarán hasta que se decida el futuro olímpico de Madrid.
Un caso distinto es el del Estadio de La Peineta, a punto de iniciar una transformación de la mano de sus arquitectos originales, Antonio Ortiz y Antonio Cruz. Esta instalación va a convertirse en el Estadio Olímpico, y será utilizado —salvo los meses de los Juegos— por el Atlético de Madrid, como su estadio principal en la ciudad. De este modo, además, se consigue también eliminar un «elefante blanco», uno de esos edificios grandiosos que se construyen para un uso concreto y pasajero y luego quedan vacío y sin ningún uso.
Potente red de Metro
Otra instalación terminada, a falta de algunos ajustes para las disciplinas concretas que albergaran, son los pabellones de Ifema, a apenas unos minutos del Estadio Olímpico. E igualmente están listos para ser utilizadas las instalaciones del Club de Campo o del Hipódromo de la Zarzuela.
La mayor parte de las instalaciones están además unidas entre sí y a la ciudad por transporte público: el Metro llega a ellas gracias a las inversiones millonarias que se han hecho en la extensión de la red de este transporte público en los últimos años.
No obstante, habría que realizar inversiones si Madrid fuera elegida: por ejemplo, en la Villa Olímpica. Para este fin ya están reservados los terrenos, justo frente al Estadio Olímpico, al otro lado de la M-40. La idea es unir ambas márgenes de la autovía mediante un gran puente que permitiera a los atletas ir caminando al Estadio en las principales ceremonias.
¿Qué quedaría por hacer? Las sedes temporales, como las de voley-playa —16 millones de dólares, en el dossier de Madrid 2016— o triatlón —750.000 dólares—; el pabellón de baloncesto —que realizaría el Real Madrid, y rondaría los 193 millones de dólares según lo previsto para 2016—; los canales de piragüismo, aguas bravas y aguas tranquilas; el Pabellón Olímpico —que se situaría junto al Estadio, con un coste de 64 millones de dólares—, el centro de tiro de Paracuellos —29 millones de dólares—, el velódromo olímpico —18 millones de dólares—, o el centro de hockey —12 millones de dólares—.
Todos estos gastos —cuyas cuantías son susceptibles de replanteamiento—, según se comprometió ayer el alcalde, no se realizarían hasta no saber que Madrid es la ciudad elegida para organizar los Juegos de Verano del año 2020. Y, en todo caso, como el alcalde anunció ayer, habrá un estudio exhaustivo de «cuál puede ser la máxima reducción de gastos en el presupuesto olímpico».
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