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El temor del PSOE a dividirse favorece la «opción Rubalcaba»

Cierre de filas tras el aviso de Zapatero para que se respeten sus «tiempos» sucesorios

El temor del PSOE a dividirse favorece la «opción Rubalcaba» EFE

GABRIEL SANZ

El temor a haber llegado demasiado lejos en la pelea sucesoria, cuando ni tan siquiera José Luis Rodríguez Zapatero ha aclarado si se va, propició ayer un cierre de filas en el PSOE y, de rebote, un aumento de las opciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien la mayoría de las federaciones apoya como sucesor. Enfrente tiene una ministra de Defensa, Carme Chacón, cuyas opciones pasan exclusivamente por conseguir las 30.000 firmas de militantes necesarias para batirse con Rubalcaba en primarias.

Ella goza de simpatía generacional entre diputados jóvenes y, sobre todo, entre quienes constituyeron la «Nueva Vía» que aupó a Zapatero a la Secretaría General en 2000 y temen que el proyecto se descafeíne con su desaparición de la escena política.Pero muchos de estos últimos protestaron ayer al verse encuadrados por ABC en un «antirrubalcabismo» fruto simplemente de la lucha de poder. Consideran que una de las virtudes de Zapatero desde hace once años ha sido la «suma» interna. Y flaco favor harían a su legado, argumentan, si fomentaran ahora división. Es es caso de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, o del ex ministro y eurodiputado Juan Fernando López Aguilar.

Este último asegura no tener nada contra el vicepresidente primero, pero sí rechaza cualquier intento de «imponer una solución desde arriba» a la militancia so pretexto de no dividir al partido. Cuando Zapatero diga que se va, «hablaremos todos, no sólo tres o cuatro», advirtió el lunes en la Ejecutiva, y se contrastarán proyectos. Jesús Caldera, secretario de Estudios y Programas del PSOE y responsable de la Fundación IDEAS, es de la misma tesis. En conversación con este periódico aclaró que no descarta nada, incluso apoyar finalmente a Rubalcaba «si garantiza fielmente la continuidad del proyecto como lo hemos conocido en la última década».

El secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, pone el acento en la unidad. Opina que es «de locos» que el PSOE ande enfrascado en esta pelea interna con 4,5 millones de parados en la calle, el conflicto libio y la cumbre de este viernes en Bruselas para salvar el euro. Se declara amigo de Chacón desde hace años, pero no tiene duda: «Yo estoy donde esté Patxi López»... Y el lendakari ha dicho que apoya a Rubalcaba.

Blanco no habla

En medio del panorama, el «aparato» de Ferraz se frota las manos. Cree haber logrado pinchar el globo que los partidarios de la ministra de Defensa habían creado en torno a la supuesta negativa de Rubalcaba a batirse en primarias y espera acontecimientos. Considera, en el fondo, que lo que intentará Chacón ahora es forzar a Zapatero a presentarse en 2012 para evitar que Rubalcaba se haga con el poder y optar ella en el XXXVIII Congreso, en julio del año próximo.

El vicesecretario general, José Blanco, advirtió ayer que será «leal» a Zapatero y no volverá a hablar del tema hasta que lo haga él. Mientras, el extremeño Guillermo Fernández Vara, abanderado de Rubalcaba, insistió un día más en que Zapatero debe decidir «pensando en lo mejor para España y para el PSOE» aunque ya no le pide que lo haga antes del 22-M. «Hay que respetar sus tiempos». Igual que el manchego Barreda.

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