El Gobierno catalán se apropia ahora de la repostería valenciana

La misiva, cuyo envío fue avanzado por ABC el pasado 22 de enero, reclama al Ejecutivo catalán que termine con lo que se entiende como «una agresión intolerable e injustificada desde el punto de vista institucional».

Enfrascado en su deriva soberanista y con un dirigente al frente del departamento de Cultura que nunca ha ocultado sus preferencias por el independentismo, el Gobierno del convergente Artur Mas ni tan siquiera ha contestado el requerimiento del Consell, según ha podido saber este periódico.

De hecho, lejos de retirar los contenidos que hacen alusión a la Comunidad Valenciana como propios de la cultura catalana —una estrategia con evidente significación política—, la nueva actualización de la controvertida página web —efectuada esta misma semana—, vuelve a la carga.

Si anteriormente se habían «catalanizado» las Fallas, el Misteri d'Elx, el Tirant lo Blanc de Joanot Martorell, la Albufera de Valencia o incluso la horchata, entre incontables ejemplos, en esta ocasión el portal oficial de la Generalitat de Cataluña pone su punto de mira en la «pastelería tradicional de los Países Catalanes», entre los que incluye con especial profusión de datos a la Comunidad Valenciana y, particularmente, la localidad de Gandía.

En su particular repaso a la evolución de la repostería catalana, la web «culturcat.cat», cita a la capital de La Safor como productora de caña de azúcar. Una circunstancia que, según explica, propició que «los Países Catalanes se adelantaran al resto de Europa» en materia de producción de dulces.

Con la Fallas a la vuelta de la esquina, el portal que aspira a difundir en cinco idiomas «todo lo que hay que saber sobre la cultura catalana», dedica otro espacio a la tradición de elaborar buñuelos en Valencia con motivo de San José. Un tradición arraigada —sostiene la página web— en «una sociedad postindustrial y una Cataluña urbana». Nuevas alusiones que soslayan el requerimiento formal del Consell para que se proceda a la retirada «de cualquier referencia a la Comunidad Valenciana». Una actitud que amenaza con romper los puentes de entendimiento entre las dos regiones vecinas, rotos bajo el mandato del tripartito, que gestó la controvertida web.