El legado de Aído: ahora, a controlar los juegos en el cole

Piden en concreto, en el primer punto de la propuesta: «Que se elaboren e impulsen protocolos de juego no sexistas para que se implanten y desarrollen en los espacios de juego reglado y no reglado en los colegios públicos y concertados de Educación Primaria». Se refieren explícitamente a los «recreos en los patios de los colegios».

Conociendo el dogmatismo feminista que ilumina este tipo de propuestas cabe echarse a temblar sobre las actividades lúdicas que van a ser prohibidas. Aquel clásico de los recreos, el trepidante «polis y cacos», tiene los día contados y acabará siendo desterrado o, quien sabe si no le cambiarán el nombre por algo menos sexista, algo así como «agentes del orden y presuntos delincuentes». Del pídola mejor lo vamos olvidando por excesivamente varonil. Al considerado masculino fútbol será imposible jugar si no se produce una exacta paridad en los equipos, y ocurrirá lo mismo —¿o no?— con las teóricamente femeninas comba o rayuela.

Justifican su petición los socialistas en que «cuanto más precoz sea la educación mejores serán los resultados que obtengamos y más pronto repercutirá ello en la erradicación de la desigualdad de mujeres y hombres. Dado que el juego constituye un instrumento de transmisión de valores y principios apropiados a las primeras etapas educativas esta iniciativa va dirigida a los ámbitos de la educación infantil y primaria».

Asimismo, solicitan: «Que en cualquier actividad lúdica desarrollado en los citados Colegios de Educación Primaria se eliminen estereotipos que mantenga roles machistas y se introduzca el concepto de igualdad ente ambos sexos».

En cualquier caso, esta Comisión tiene reservada para la que podría ser su despedida una agenda bastante curiosa. Quiere, además, el PSOE, que se conmemore «la derogación de la Real Orden de 11 de junio de 1888 que obstaculizaba la incorporación de las mujeres a la universidad».

Se descuelgan desde Esquerra e IU con «la despatologización de la transexualidad y la plena libertad para elegir el nombre propio» que pretende, según explican, «impulsar los cambios normativos necesarios con el fin de modificar la norma reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas para eliminar los requisitos de diagnóstico de “disforia de género” y tratamiento médico durante dos años para acceder a la rectificación registral de la mención del sexo».

Quiere, por su parte, el Grupo Mixto que se discuta una relativa «a la imagen de las mujeres en los medios de comunicación».

Solicita CiU «la realización de un estudio criminológico sobre los supuestos más graves de violencia de género, que permita mejorar el sistema de protección a las víctimas».

Y, por fin, el Grupo Popular que, por cierto es el que defiende con más ahínco que esta Comisión de Igualdad continúe funcionando, defenderá dos. Una relativa «a la mejora de la implantación del Sistema de Seguimiento por Medios Telemáticos de las Medidas de Alejamiento en materia de Violencia de Género»; y otra sobre «la reordenación de las ayudas de cooperación para dar preferencia a las ayudas destinadas a la educación de las mujeres en Afganistán».