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El pacto de nunca acabar

UNA vez más se vuelve a hablar de un Pacto de Estado sobre educación. Y una vez más vuelvo a ser escéptico. Es evidente que debemos evitar la incontinencia legislativa que hemos padecido en educación, porque los planes educativos necesitan tiempo para demostrar su eficacia. ... Es evidente que necesitamos elevar la calidad de nuestro sistema de enseñanza, y que eso exige un esfuerzo común. Pero también es evidente que los temas educativos están exacerbadamente politizados, lo cual hará muy difícil el entendimiento. Pondré un ejemplo. Uno de los fenómenos más llamativos de nuestra sociedad es la apropiación política de los valores, porque no suele corresponderse a la realidad. Dicho en términos muy simples, si alguien reclama más exigencia en las aulas, se le considerará de derechas; si reclama más participación en las aulas, se le considerará de izquierdas. Si insiste en el mérito, será conservador; si insiste en la igualdad de oportunidades, será progresista. Todas estas simplificaciones me parecen inaceptables. Necesitamos una igualdad de oportunidades y una aristocracia del mérito. Las dos cosas.

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