Alonso: «Estaba convencidísimo de salir delante de Raikkonen»
Más no se puede hacer. Fue la moraleja que Fernando Alonso dejó en el ambiente húngaro tras una carrera en la que se ganó el jornal como un titán. Porque no cualquiera está capacitado para aguantar 51 vueltas con un famélico R28 a un depredador Ferrari guiado por Kimi Raikkonen. Aunque se trate de un trazado que es alérgico a los adelantamientos, el asturiano no dejó al campeón ni intentarlo en la pista.
Cuarto, como en Australia, pero con una aportación que sí incidió esta vez en parte del desenlace: «Aquí he tenido suerte por el abandono de Massa y el pinchazo de Hamilton, pero en Australia mucha más, porque estaba octavo a falta de diez vueltas y de repente me puse cuarto. Aquí, algo nos lo hemos merecido nosotros. Nos lo hemos ganado en la pista luchando de tú a tú con Ferrari, pasando a Kubica. Ha sido la mejor carrera en lo que llevamos de año».
Nadie duda de las palabras del bicampeón, que no encontró panacea alguna en su estrategia de combinar gomas nuevas y usadas. «En la primera parte de carrera salí con neumáticos nuevos y cuando pusimos los usados en la primera parada no mejoré los tiempos». Tampoco parece que surtió el efecto deseado la planificación de las paradas en boxes. En la segunda, creyó que seguiría poniendo firme a Raikkonen. «Estaba convencidísimo de que salía delante cuando miré por el espejo y vi que no estaba. Y no es que saliésemos rueda con rueda, sino que lo hizo quinientos metros delante».
«También en la primera parada que hicimos entre como treinta o cuarenta metros delante de él y salimos del «pit lane» rueda con rueda. Tardó poco y nos hizo pensar que iba más corto que nosotros, pero luego entró en la misma vuelta. Igual es que echan gasolina más rápido que lo que lo hacemos nosotros. Hay que verlo todo con detalle», alargó su explicación.
Uno de los factores que posibilitó el paso adelante dado en Renault fue la repercusión que tienen las buenas sensaciones de un coche eficaz: «El coche era más fácil de conducir y eso da pie a que ruedes más confiado y ataques las curvas sin sustos y sin perder mucho tiempo. He podido mantenerme en la trazada y así es difícil adelantarme».
Al máximo
Y es que tuvo dos parejas de baile complejas para marcar el paso ante ellas, lo que le hizo «ir al máximo. Raikkonen volaba, porque en cuanto me adelantó y no me tenía a mí delante me metía un segundo por vuelta y no había nada que hacer. Cuando me dijeron que Hamilton estaba cuatro segundos detrás pensé que iba a venir como Raikkonen, un segundo por vuelta y a ver cómo lo aguanto. Vi que lo podía mantener mientras tiraba al máximo para que me cogiera lo más tarde posible y al final ni me cogió».
Buena parte del éxito radicó en una salida que esta vez sí conllevó una buena nota: «Por fin, la salida ha estado bien».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete