La sacristía, una gran pinacoteca
Ante «El Expolio» recién restaurado, Cospedal tendió ayer la mano a todas las instituciones para lograr este Año Greco «lo mejor para los ciudadanos»
Foto de familia presidida por «El Expolio» en la renovada sacristía
Al cruzar la piedra berroqueña, aparece la Sacristía Mayor. Allí está el Apostolado del Greco y otras obras y preside «El Expolio», entre un cuadro de Goya y otro de Franciso Javier Ramos y en la calle superior los lienzos de Andrés del a Calleja. En el centro se ha situado una alegórica obra de orfebrería de plata de Lorenzo Vaccaro.
La bóveda de cañón con lunetos, con la gran pintura al fresco del napolitano Luca Giordano, restaurada también..
En la sala adyacente, la sacristía del Arzobispo, se encuentra una pintura mural de José Jiménez Donoso y Claudio Coello que también ha recuperado la luz. A su lado,pinturas de Velázquez, Tiziano, Tristán y Juan de Borgoña, en una sala con nueva iluminación.
Las otras dos salas están pensadas como enseñanza catequética, con obras de Rafael, Andrea del Sarto, Van Dyck y Morales. En su centro San Juan Bautista, de Caravaggio, y la escultura de Juan Martínez Montañés. Las vestiduras litúrgicas que adornaban antes estas estancias seran traladas al futuro Museo de Tapices.
Apostolado
Coincidiendo con el IV Centenario del Greco, la Catedral primada de Toledo reabrió ayer al público su sacristía tras su remodelación, un espacio en el que el gran protagonista es el recién restaurado «El Expolio». Hoy jueves, 23 de enero, los toledanos podrán disfrutar, tras la celebración de la Eucaristía con motivo de la festividad de San Ildefonso, patrón de los toledanos, de esta restauración que dejó impresionados a todos los asistentes a la inauguración.
«El Expolio», tras su paso por el Museo del Prado, brilla en el corazón de la sacristía que ha recuperado la luz junto con otras salas adyacentes, convirtiendo el conjunto en una gran pinacoteca rodeada de arte en mayúsculas y de mucha espiritualidad. «El Expolio», con el apostolado del Greco, convive con la gran pintura al fresco del napolitano Luca Giordano y con cuadros y obras de Goya, Velázquez, Tristán, Tiziano, Juan de Borgoña, Van Dyck, Claudio Coello, Caravaggio, Rizi... Y las antiguas vestiduras litúrgicas y casullas que adornaban estas estancias, hasta hace poco algo lúgubres, serán trasladadas al futuro Museo de Tapices del Colegio Infantes, cuyas obras están a punto de finalizar.
Las obras fueron inauguradas por el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, acompañado por la presidenta regional, María Dolores de Cospedal; el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page; el deán, Juan Sánchez; el obispo auxiliar, Angel Fernández Collado; el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, y el presidente de la Fundación Greco 2014, Gregorio Marañón, entre otras muchas autoridades y numerosos toledanos del mundo de la cultura. Una inauguración que, tras el concierto de campanas del sábado, da el pistoletazo definitivo al Año Greco y que sirvió también de acercamiento entre las autoridades para «conseguir lo mejor para los ciudadanos». Y es que tanto Cospedal como García-Page destacaron en sus discursos la importancia de trabajar juntos «con el mismo afán».
En su discurso, el arzobispo Braulio Rodríguez Plaza, con el Transparente al fondo, destacó que la restauración de la sacristía y sus obras artísticas «era un ambicioso proyecto que ha llegado a término felizmente». Cospedal afirmó que «esta es una manifestación de lo que se puede lograr cuando trabajamos juntos, con un mismo objetivo: conseguir lo mejor para los ciudadanos». «Aquí se ha logrado además de la belleza, conseguir un objetivo y una alegría común», en el marco de la conmemoración del IV Centenario. La presidenta citó unas palabras de Benedicto XVI, refiriéndose a las catedrales como «unas de las creaciones artísticas más elevadas de la civilización universal» y destacó que son «edificaciones magníficas que, a pesar de los siglos transcurridos nos siguen interpelando, a creyentes y no creyentes». Asimismo, calificó de «bellísima y espléndida» la obra llevada a cabo con «El Expolio» de El Greco, tras el esmerado trabajo de restauración de Rafael Alonso.
Por su parte, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, valoró también la labor de «restauración impecable realizada tanto en la sacristía como en «El Expolio» una de las obras más emblemáticas del pintor, un artista con el que Toledo «ha decidido identificarse, con su genialidad y con la cultura». Afirmó también que «todos nos hemos puesto de acuerdo» para aprovechar esta conmemoración y destacó que la ciudad ha sabido identificarse con la genialidad del pintor cretense, utilizando su imagen y su legado para hacer de la cultura «una auténtica industria que genera riqueza y empleo, difícil de deslocalizar».
Gregorio Marañón también destacó la importancia de esta inauguración para la recuperación de la figura del Greco que celebra su año y felicitó al deán, Juan Sánchez, por su leal colaboración con la Fundación.
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