No es la primera vez que sucede, pero las averías de trenes o problemas en las vías ya han dejado varias veces parados a convoyes en la provincia de Toledo, concretamente en la comarca de La Sagra.
En esta ocasión, por una avería en la catenaria en Villaseca de la Sagra, se quedaron seis trenes parados por esta zona, cinco de ellos fueron remolcados a lo largo de la noche, pero uno, a 6 kilómetros de Cobeja, estuvo detenido más de 12 horas en la vía. El alcalde de Cobeja, José Luis Aguirre, relata a ABC que recibió la noticia de un vecino y se puso en contacto con el servicio regional de emergencias. «Me pidieron que llevásemos agua y alimentos.
Acudimos a un supermercado de confianza, pues eran las once y media de noche, y compramos pan de molde, embutido, galletas, agua, zumos y pañales, hicimos lo que pudimos«, asegura, y estuvo hasta las dos y media de la madrugada acompañado por el concejal de Deportes, Aitor Bravo, repartiendo agua y alimentos. Reconoce que la situación era complicada: los baños colapsados, mucho calor, la gente sudaba y olía mal. Pero hizo todo lo que estuvo en sus manos para ayudar.
La misma situación la vivió el alcalde de Pantoja, Julian Torrejón, quien recibió una llamada del puesto de la Guardia Civil de Villaluenga de la Sagra informándole de que había dos trenes detenidos en su término municipal. «Movilicé a los vecinos con la ayuda de la redes sociales, y rápidamente teníamos 25 coches a disposición de los viajeros que salieron de los trenes por si había que llevarles a Madrid o Toledo, pedí dos autobuses y preparamos el pabellón polideportivo y el centro social por si tenían que pasar la noche«, relata muy satisfecho sobre el operativo.
Después anunciaron que en 20 minutos se remolcarían los trenes, algo que no sucedió hasta cuatro horas después. «Estoy muy orgulloso de la gente de Pantoja y su comportamiento. Esta acción nos ha dejado buen sabor de boca, al fin y al cabo para eso estamos los servidores públicos«, confiesa.
Jesús Hijosa, alcalde de Villaseca de la Sagra, también fue avisado por el 112 de Castilla-La Mancha. Le dijeron que en las inmediaciones de su pueblo había 6 trenes parados y la petición fue que llevase agua. Así lo hizo, proporcionó dos palets de botellas de 1,5 litros, en total 1.200 litros que repartieron entre los pasajeros. La implicación vecinal fue destacada, con numerosos voluntarios que ofrecieron ayuda.
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