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Airbus se «feminiza»

DIEGO MURILLO

El gigante europeo EADS encomienda por primera vez a una mujer la dirección de una factoría de Airbus (Illescas) y aspira a que el 25% de los puestos de trabajo sean femeninos

El sector aeronáutico vive muy al margen de la crisis, del paro y de la continua rebaja de condiciones laborales que padece desde años la mayor parte del tejido empresarial español. Mira con reojo, y no con poca preocupación, el deterioro constante de una sociedad maniatada por la angustia del desempleo.

En este desierto, que se prolonga durante más de cinco años, existen oasis capaces de generar empleo y, además, femenino. Es el caso del mayor fabricante de aeronaves del mundo, Airbus, asentado en España en tres grandes fábricas: Puerto del Real (Cádiz), Getafe (Madrid) e Illescas (Toledo). Para 2013, anuncia que un 25 por ciento de las 4.000 personas que contratará durante el presente año serán mujeres.

Para la planta manchega, el consorcio EADS ha elegido por primera vez en España a una mujer para dirigir una factoría de 635 trabajadores, donde de momento sólo el 15% de la plantilla es mujer.

La elegida es María Teresa Busto, quien desde el 1 de enero de este año dirige la planta de Illescas de Airbus Operations.

En una entrevista con ABC, Busto asegura que su carrera profesional es el paradigma de cómo la mujer puede asumir cargos de responsabilidad sin «renunciar a nada, ni abandonar nada en el camino». «Se puede», apostilla.

Casada desde hace 28 años y con dos hijos, Busto tuvo que crear durante cinco años su propio puente aéreo entre Toulouse (Francia) y Madrid para conciliar su intensa vida laboral y la familiar, y vivir a caballo de lunes a viernes en suelo francés y los fines de semana en España. «Gracias al apoyo de mi marido, he podido crecer en una empresa excepcional por las oportunidades que te brinda a lo largo de tu carrera profesional», confiesa.

Durante varios años lideró un grupo transnacional con oficinas en Nantes y Saint Eloy (Francia), Stade (Alemania) y Getafe e Illescas (España). Pese a formar parte de una empresa multinacional y surgida en pleno corazón de Europa, Busto se sorprendió al verse rodeada de directivos, casi todos hombres, en sus grupos de trabajo.

Defensora de las cuotas femeninas en las empresas, Busto comprobó que en los equipos directivos de producción de Airbus de España y Francia había un mayor porcentaje de mujeres frente a la «nula presencia» en los ingleses y alemanes. «Fue una grata sorpresa conocer que en España la mujer iba conquistando cuotas en las altas responsabilidades». Desde entonces, Busto es colíder de un network -grupo de trabajo- dentro de Airbus para conseguir el objetivo de incorporar hasta un 20% de mujeres en la alta dirección de la empresa: «Creo en las cuotas siempre que la mujer esté preparada».

Para la directora de Aibus Illescas, es más un concepto de «visibilidad y oportunidad» que de una «reivindicación u obligación» para que la mujer aspire a puestos de mando.

La máxima responsable de la planta toledana cree que «no es tanto una lucha por el feminismo sino una forma de que la mujer tenga las mismas oportunidades de acceder a los mismos puestos de trabajo».

La tendencia alcista de la mujer, en el caso de Airbus, es cada vez más reflejo de lo que está pasando en las facultades de ingeniería de España. Al contrario de lo que ocurría hace unas décadas, el avance de las mujeres en un sector «preferentemente masculino» se debe a la incorporación masiva de estudiantes femeninas en las aulas universitarias de las carreras consideradas técnicas.

En los últimos años, los «mejores y más completos» currículum que llegan a manos de recursos humanos del fabricante europeo son de «mujeres». «Son excepcionales», confirma Busto cuando ha participado en una selección de candidatos. En este sentido, el mercado laboral se lo está «poniendo fácil» a Airbus para que en un futuro no muy lejano el 25% de los puestos de trabajo sean femeninos. «En mi época», recuerda Busto, «éramos dos».

Dirigir un grupo humano

A la hora de dirigir una factoría de tal envergadura, la nueva directora no cree que por sólo el hecho de ser mujer haya una forma «mejor o peor» de dirigir los destinos de un grupo humano, una empresa o un proyecto.

«En Airbus, como en muchas empresas, se exige profesionalidad, técnicas de dirección y sobre todo cumplir objetivos», arguye.

Tras un dilatado bagaje profesional, Busto afronta el reto de transformar la planta de Illescas en algo más que una cadena de producción de piezas de componentes aeronáuticos de materiales compuestos. Airbus ha dado orden de que las fábricas se conviertan en pequeños centros de excelencia integrados por un amplio equipo de ingenieros, informáticos y personal de compras, entre otros.

El gigante europeo, además, ansía incrementar el porcentaje de mujeres en las plantillas. El caso de Busto es un ejemplo. Cuando Günter Butschek, consejero delegado de Airbus, le propuso para el puesto no le preguntó por si tenía familia o si estaba casada: «Simplemente me dio la oportunidad y la cogí».

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