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análisis

Surface 2, el «tablet» que es casi un portátil

Probamos a fondo esta nueva tableta de Microsoft

Surface 2, el «tablet» que es casi un portátil j. g. piedra

A. Fernández

Microsoft se atrevió el año pasado a incursionar en el terreno del hardware. Hasta ese momento había enfocado sus esfuerzos (apartando la Xbox) en desarrollar software para ordenadores. Y llegó la Surface. En su momento, tuvo un recibimiento muy frío por parte del público y de los especialistas. La compañía de Redmond quiso darles una mejor imagen y presentó la Surface 2 a finales de septiembre de este año.

Primeras impresiones, apariencia

Aunque en comparación con otras tabletas de su misma gama, se puede considerar como pesada ya que su peso es de 676 gramos. Sin embargo, al tenerla en mano no se nota tan pesada. Es lo suficientemente delgada para conservar una entrada de puerto USB y a primera vista se aprecia como una tableta sólida y robusta, que no quiere decir que sea grotesca.

La pantalla, según sus características técnicas es de 10,6 pulgadas ClearType Full HD a 1.920 x 1.080 p a 16:9. ¿Pero en qué se traduce esto? Aunque no tiene la nitidez y colores tan brillantes como la tecnología Retina de los últimos iPad, esta pantalla es muy brillante con una gran calidad. Los colores son muchos más vivos que los de la Surface RT. Simplemente vale con apreciar la fotografía que esté configurada en la pantalla de bloqueo para apreciar estos colores.

En este nuevo modelo, Microsoft incorpora un soporte de dos posiciones. El soporte es una pestaña que se encuentra en la parte posterior de la tableta que sirve para colocarla sobre una superficie plana y poder disfrutar de una película o una conversación por Skype sin necesidad de tener que coger la Surface con las manos o gastar dinero en accesorio. La primera posición es muy vertical. No es recomendable si se quiere usar la tableta sobre las piernas aunque sí es buena para ver películas La segunda posición hace la diferencia aunque parezca un detalle tonto. Es más cómoda al tener que utilizar la tableta como «portátil». En las dos posiciones el soporte funciona muy bien y es seguro. El usuario no se debe preocupar porque el soporte vaya a ceder.

Teclado y funda

Generalmente, cuando se hace una reseña de un dispositivo no se habla de sus accesorios. En este caso se debe hacer porque están muy bien logrados. Hemos probado la «funda táctil 2». Se trata de un teclado completo (sin la sección numérica extra) que se conectan sin mayor complicación a la tableta por medio de un mecanismo magnético.

No hace falta más que juntar las dos parte para que calcen y haga clic. La tableta lo identifica de forma inmediata y las letras del teclado se retroiluminan. Con esto la tableta pasa a ser «casi» un ordenador portátil. En este caso, el teclado tenía un fallo (lo más probable que haya sido puntual), ya que la tecla de la letra C no reaccionaba. El usuario debe saber que es táctil, así que no hay botones o teclas que sobresalgan.

Otra de sus cualidad es que sirve como funda, solo basta con plegarlo contra la pantalla y servirá como protector. Lo que se puede destacar como aspecto negativo es su precio. La «funda táctil 2» no viene incluida con la compra de la tableta, por lo tanto, el usuario que quiera potenciar la Surface 2 deberá comprarla como algo extra por 119,99 euros.

Software, desempeño y algunos «trucos»

La Surface 2 corre con el sistema operativo Windows 8.1 RT. Para quienes no habían probado el nuevo software de Microsoft, este les resultará un poco extraño, aunque no se tarda mucho en acostumbrarse a él. Está muy bien logrado para dispositivos táctiles, aunque se puede manejar con teclado también.

Tiene la opción de multitarea, es decir, en la misma pantalla sin que se solapen pueden coexistir dos aplicaciones. Por ejemplo, por un lado abrir y ver el Internet Explorer y en el otro abrir y editar un documento en Word.

La primera impresión es que la Surface 2 carga de forma muy rápida las aplicaciones. El tiempo de espera entre que se pulsa el icono de una «app» hasta que se abre es muy corto, no llega al segundo.

Una de las dudas que surgió al trabajar con Windows 8.1 RT y la tableta era cómo realizar «pantallazos» o «screenshots». El teclado, aunque es completo no tiene la famosa tecla «Impr Pant», que se usa en los ordenadores con Windows para hacer los pantallazos. Después de probar varias combinaciones logramos dar con los comandos. En el caso de tener el teclado, basta con presionar la tecla de Fn, más el icono de Windows y la barra espaciadora. Sabrá que se ha hecho una impresión de pantalla porque la pantalla hará un pequeño parpadeo. Sin teclado también se puede hacer. Solo basta tocar el botón de disminuir el volumen en el lateral izquierdo más el botón de home ubicado en el centro de la parte baja de la pantalla.

Aplicaciones, el gran defecto

Una de las grandes fallas o deficiencias de la tableta es su tienda de aplicaciones. Aunque no es culpa de la Surface en sí. La oferta de aplicaciones disponibles es muy escasa, lo que limita el poder o usabilidad que pueda tener la tableta. Aunque cada vez se desarrollan más aplicaciones, la Surface no puede competir con el gran catálogo de «apps» que existen para Android o para el iPad de Apple.

Puertos, grandes aliados

Otro de sus puntos fuertes es que conserva entrada de puerto USB 3.0. Son muy pocas las tabletas que incorporan esto debido a que los fabricantes lo sacrifican para obtener una tableta más delgada. Ese es un punto a favor de la Surface ya que el usuario no necesita recurrir a la nube siempre a la hora de extraer documentos o guardarlos. También tiene un puerto mini HDMI, una buena opción para conectar la tableta con otros monitores, e incluso a un televisor.

Pero hay algo quizás aún más importante a la hora de almacenamiento. La Surface 2 viene en dos versiones, con capacidad de 32 GB y de 64 GB. Sí, es mucha memoria interna, pero hay personas que, por el uso que dan a estos dispositivos necesitan más espacio.

La Surface 2 cumple con esta petición ya que incorpora una entrada para memoria MicroSD. La entrada se puede decir, está «escondida». Al igual que en la Surface RT, la pequeña ranura se ubica en la parte trasera de la tableta, debajo del soporte. Acepta tarjetas de hasta 64 GB. Por 429 euros, puede convertir la Surface en una tableta de 96 GB. Un iPad de 64 GB se consigue por un precio mucho 659 euros.

Sonido y WiFi

La Surface tiene dos altavoces ubicados en los laterales. Lo destacable es que posee un inhibidor de ruido, lo cual reduce de forma notable el ruido algunos archivos de audios. Lo probamos con audios grabados en conciertos, que suelen tener mucho componente de ruido y mejoraba la calidad. Más allá de eso, no tiene un potente volumen. A «tope», el sonido está bien para ver una película en la sala de la casa sin ningún elemento que produzca ruido cerca.

En las características técnicas figura el WiFi 802.11a/b/g/n. Esto se traduce en un alcance potente. Por ejemplo, probamos las redes WiFi que eran reconocidas por un portátil de escritorio «Acer». Este portátil reconocía cerca de 6 o 7 redes. La Surface duplicaba estas redes, e incluso reconocía la red wifi del transporte público de Madrid.

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