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Arañar y rascar: diferentes formas de evitar que tu gato destroce la casa

Los felinos necesitan arañar por instinto y existen varios trucos para evitar que lo haga en los muebles

El ronroneo de tu gato indica mucho más de lo que piensas

Imagen de un gato en un sofá Javier prieto

Carmen Aniorte

Madrid

Todos los gatos por instinto necesitan arañar, es un comportamiento instintivo y esencial para el felino. Aunque algunas personas piensan que su gato araña los muebles de casa por simple diversión, lo cierto es que todos los felinos rascan objetos de forma innata en su entorno natural y por distintas razones. Al no tener rascadores apropiados, lo hacen con los muebles, tapicería, cortinas y todo aquello que se les pone por delante.

Además de por instinto, lo hacen para liberarse de las capas muertas de tejido de sus uñas y de esta manera mantener sus garras en perfecto estado. Asimismo, rascan objetos para marcarlos, una estrategia que les sirve para comunicarse con otros congéneres. Según etólogos consultados «Los felinos arañan objetos con sus uñas sobre todo como medio de comunicación».

Es muy habitual encontrarnos con gatos que rascan los muebles para marcar. Para determinar que el rascado que realiza el gato tiene que ver con un marcaje, se debe considerar la ubicación; estas marcas suelen encontrarse en zonas de paso tanto dentro de la casa como en la periferia.

El objetivo del gato es dejar un mensaje visual(rasguños verticales) y olfativo(feromonas) por donde pudieran pasar otros gatos. Este tipo de rascado es muy frecuente en casos donde hay poblaciones de gatos cercanas, al integrar un animal a casa o al colocar un mueble nuevo en el sitio de paso.

Otro de los motivos habituales es después de una siesta o periodo de descanso, es común observar cómo los gatos estiran sus brazos, separan y extienden los dedos, sacan las uñas y rascan haciendo movimientos cortos. Este comportamiento generalmente se realiza cerca del sitio de descanso.

Además, las garras de los gatos tienen múltiples funciones y son importantes en la vida del gato pues con ellas pueden trepar, cazar, sujetarse para evitar caídas, entre otras. Es por esto que es indispensable mantenerlas en buen estado (afiladas y de un largo adecuado), el rascado favorece a dicho mantenimiento y cuidado.

Soluciones para evitar que arañe el sofá

  • He aquí las principales soluciones para que su gato se olvide del sofá o de otros muebles y elementos de la casa:

  • - Rascadores: Son la mejor solución y la más clásica. Ahora bien, los gatos los suelen ignorar y prefieren irse directos al sofá que prestar algo de atención a ese rascadores que has comprado con toda la esperanza del mundo.

  • Para que esto no pase, debe buscar rascadores que sean parecidos a los muebles que araña. Procura que sean estables y no se muevan, y es que lo contrario hará que el gato ignores por completo el rascador. Distribuya por la casa varios rascadores; así el animalito tendrá otras opciones para entretenerse.

  • Si aún teniendo muchos rascadores entre los que elegir el gato sigue prefiriendo el sofá, colocar algún rascado n la parte del sofá que suela rascar. Además, existe un remedio natural a base de esencias que los atraen y pueden rociarse y emplearlas en el nuevo rascador.

  • - Limitar el acceso al sofá: También puede convertir el sofá en una zona poco interesante para un gato. ¿De qué manera? Cubriéndolo con una sábana o cualquier otra tela, ya que esta se moverá y no le dará al gato toda la satisfacción que busca.

  • Existen algunas telas que a los felinos no les agradan, como el terciopelo, la gamuza, el cuero natural o la felpa. También, colocando bajo los cojines bolas de papel celofán que asustan al animal.

  • - Tiras adhesivas: Colocar cintas adhesivas de doble cara o trozos de lija sobre la zona preferida de enseñamiento de su gato. Así la próxima vez que lo intente se encontrará con esta pequeña trampa y no volverá a acercarse a ese lugar.

  • - Repelentes: Adquirir en tiendas de mascotas o herbolarios aerosoles repelentes. En la mayoría de los casos, no se detectas por los humanos, pero si por los gatos que no querrá ni acercarse al lugar del que emana la fragancia, por lo que conseguirás que el minino se olvide de su sofá definitivamente.

  • - Réflex: Los gatos odias el réflex. No se sabe el motivo, pero pocos son los felinos que se acercan a una zona donde se haya vertido un poco de este producto.

  • Si esto es así, ¿por qué no echar u poco en alguna zona de su sofá para impedir que el gato se acerque? Le aconsejamos que lo haga durante poco tiempo hasta que el felino aprenda a usar el rascador, ya que el olor del réflex puede ser demasiado intenso.

  • - Premiar conductas positivas: Regañar al gato solo funciona si le sorprendes en el momento del delito. Si es a toro pasado, no valdrá de nada, ya que no lo asociará su enfado con una conducta que no se la que tenga en ese momento.

  • Lo recomendable es premiar de forma positiva: darle una golosina después de hacer uso del rascador. Los gatos como todos los animales funcionan y responden mejor con estímulos positivos.

Cómo debe ser un rascador

En la actualidad en el mercado se encuentran varios modelos de rascadores por lo que se podría comprar o bien conseguir un tronco de árbol. En primer lugar, el rascador debe tener estabilidad. Se debe de colocar para que no se mueva al momento en el que el gato se apoye, así se sentirá seguro de usarlo. Algunos rascadores traen las fibras de manera horizontal, otros vertical. La recomendación es dar ambas opciones para que sea el gato quién elija el de su preferencia.

La colocación también es importante. Se debe de poner a un lado de entradas, en zonas de descanso o en varias partes de la casa. Es primordial contar con varios rascadores. Asimismo, hay que motivar al felino para que haga uso del rascador por medio del juego (jugar cerca y llevarlo poco a poco hasta lograr que toque la estructura e incluso colocar juguetes sobre el rascador). De todas formas, se recomienda no forzar al gato a que utilice el rascador;siempre debe ser por su voluntad.

Además, se recomienda de forma exhaustiva jamás quitar las garras del gato para evitar que arañe. Una intervención quirúrgica para retirar las uñas del gato no es más que un grave error, pues es una práctica sumamente dolorosa que trae consecuencias negativas afectando física, emocional y de conducta del minino. Tampoco es aconsejable ponerlesguantes en las patas o castigarlos.

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