La historia de cómo un capataz en Sevilla sacó un paso con una pistola
La premura en el tiempo y la devoción propiciaron esta insólita estampa
Sevilla tiene mil historias para contar en las múltiples procesiones que se llevan a cabo a lo largo de los años por sus calles. Una de estas historias la desveló su protagonista en el programa Onda Sevilla Radio, que contó aquel día en ... el que un capataz de Sevilla portó una pistola durante una procesión de una hermandad de gloria de la capital hispalense.
El protagonista de la misma es un policía de Sevilla, José Luis Bernabé, -conocido como 'el Guindi'-, que durante el año 1988 fue a sacar una cofradía de gloria por las calles de Sevilla. Ese día tenía que trabajar y pidió permiso para ausentarse un poco antes y poder llegar a la salida del paso a tiempo. Sin embargo, la premura le hizo llegar a la casa hermandad con el tiempo justo para cambiarse y colocarse debajo del paso.
«Llegué corriendo a la casa hermandad, el paso estaba ya prácticamente para salir y me cambié rápidamente. El capataz era Ernesto Sanguino, que estaba pegándome la bronca porque llegaba muy tarde así que me quité el uniforme y me cambié y pensé, '¿ahora que hago yo con la pistola?'. No me voy a ir seis o siete horas por ahí y voy a dejar la pistola aquí», relataba el costalero de aquella cofradía.
Los nervios y las prisas le obligaron entonces a salir de la casa hermandad y buscar la calle, «ya con el paso encarao para salir», para pedirle un favor un tanto especial al capataz de la misma. «El capataz estaba echándome la bronca para que me metiera debajo del paso y le dije: 'Ernesto, ¿tú me puedes guardar una cosa? A lo que él me responde '¿Qué te pasa?' Que necesito que me guardes una cosa que no puedo llevar encima. Le dije que abriera la chaqueta, saqué un revolver y se lo metí», explica el policía que no quería dejar en cualquier sitio la pistola.
«Me dijo ¿qué hago yo con esto?», continuaba explicando el entonces costalero que, únicamente pudo responderle «pues guardarlo, ya lo iremos intercambiando en los relevos». Así que esa fue la historia de cómo Ernesto Sanguino sacó un paso con una pistola por las calles de Sevilla.
Ver comentarios