Sevilla en llamas al ritmo del High Tech Minimal de Boris Brejcha
Miles de personas disfrutaron anoche en la Plaza de España de la magia que el dj alemán hacía con la mesa de mezclas
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Este año, la Noche de San Juan fue más especial de lo habitual. No hubo hogueras, pero la Plaza de España estuvo en llamas durante el debut de Boris Brejcha en Sevilla. Siendo pionero de un estilo bautizado como High Tech Minimal, el dj alemán aterrizó en la capital hispalense para ofrecer una de sus sesiones.
A las 19 horas, las puertas del Icónica Santalucía Sevilla Fest se abrieron para recibir a los amantes de la música tecno. Boris Brejcha no pincharía hasta casi medianoche, pero otros dj como Dhuna o Gonçalo se encargaron de amenizar la espera. No obstante, debido a las altas temperaturas, la pista no comenzó a llenarse hasta las 21.30 horas.
Entre los asistentes, personas de todas las edades -a partir de los 20 años, en su mayoría- y estilos. Algo que llamó la atención fueron las máscaras venecianas que llevaban en la mano o colgadas del cuello. Era evidente a quién venían a ver.
Un golpe de suerte
Tras sufrir daños durante el accidente aéreo de Ramstein, en 1988, cuando tenía seis años, parte de su rostro terminó quemado y su visión vio afectada. Tras meses de hospitalización, Brejcha consiguió salir adelante. Las quemaduras se transformaron en cicatrices que aún sigue conservando en la actualidad.
Debido a la falta de madurez y códigos éticos, hay niños que son crueles, y tener parte de la cara quemada no ayuda a evitar críticas a esas edades. Para protegerse, Boris terminó aislándose. Hay un refrán que dice que «no hay mal que por bien no venga», y gracias a esta situación Brejcha descubrió la música gracias a un CD de Thunderdome. A los doce años, el alemán empezó a producir su propia música electrónica, y no ha parado desde entonces.
En 2006, el asunto se puso un poco más serio, firmó con Autist Records y publicó sus dos singles 'Monster' y 'Yellow Kitchen'. Fue entonces cuando eligió su máscara de joker como seña de identidad.

Llegadas las 23.30 horas, Boris Brejcha apreció sobre el escenario con su máscara y su inconfundible 'beat'. A medida que rompía la canción, el público se fue viniendo arriba. Miles de saltos y pasos de baile de izquierda a derecha, y de derecha a izquierda, seguían el ritmo del máximo exponente -y creador- del High Tech Minimal, al igual que los juegos de luces, algunas apuntando al cielo y otras tiñendo la joya de Aníbal González de los colores primarios: rojo, azul y amarillo.
Además de la música, la cantidad de asistentes y los 'visuals' que se proyectaban en las pantallas, lo más destacado de la noche fue el ambiente, la alegría del público y las ganas de bailar. No había una sola persona quieta.
Boris Brejcha estuvo pinchando hasta las 01.30 de la madrugada; dos horas que se pasaron como la mitad. Era domingo y muchas personas trabajaban al día siguiente, pero ahí estaban, dándolo todo mientras uno de los mejores dj hacía magia con la mesa de mezclas. Una vez terminada su actuación, Gonçalo y Duhna volvieron a darlo todo hasta que la Plaza de España decidió que era hora de dormir.

Puede que el tecno no sea para todos, pero el artista alemán consiguió sacar los mejores pasos de baile, incluso de aquellos que no escuchan este género musical de manera habitual. La Noche de San Juan es para pedir deseos, y, después de este show, Sevilla dejó claro cuál era el suyo: volver a disfrutar de Boris Brejcha en directo.
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