La ventana indiscreta
El 'carpe diem' es para viejos
Vivir el momento es cosa de mayores porque de joven el tiempo no se cuenta por lo que queda sino por lo que falta
Jean Smart: ni líneas rojas, ni leches
Madrid
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Iniciar sesiónLo más insólito de 'Los Bridgerton' no es su anacronismo sino el calor que hace en Inglaterra. Lo mejor son las flores, los árboles. Le dan a la serie un color especial, sirven para esconder a quien quiere ocultarse de ese mercadeo que obliga a ... las debutantes en sociedad a ir buscando marido, y fortuna, con carísimos vestidos y etiquetas colgadas de la muñeca. Solo les falta el precio.
Hay un sauce en particular que no llora ni ríe pero que ampara entre sus hojas colgantes a la protagonista, empeñada en lucir la última moda parisina y al mismo tiempo hacerse invisible, pasando el tiempo en una esquina, pegada siempre pero nunca detrás de las cortinas. «Cuántas ustedes están en usted y dónde las esconde», le dice su pretendiente. El ser humano y sus contradicciones, ay, siempre tensando el equilibrio entre la sencillez y la ostentación, entre el deseo y la ofensa. Entre el ser y no ser, donde todo cabe pero también es más fácil quedarse a medias.
Reconforta pensar, como sabe el susodicho Lord Debling, que la naturaleza es mucho más sabia, aunque solo sea un mito para Gustavo Bueno. Los árboles, por ejemplo, no se acomplejan por ocupar espacio y tienen la manía de crecer a lo ancho. Claro que las arrugas se llevan mejor cuando no se ven en la corteza sino que se cuentan los años por anillos, pero desde las entrañas, por dentro.
A Deborah Vance, la veterana humorista de Jean Smart en 'Hacks', los años se le notan, inevitablemente y pese a los tratamientos de belleza, en la carne, pero también en las tablas. Claro que ya quisiera cualquiera envejecer como ella.
Dice la diva, porque es diva quien entiende que dar un paseo es caminar por un centro comercial viendo escaparates de Gucci, que el 'carpe diem' es cosa de mayores porque de joven el tiempo no se cuenta por lo que queda sino por lo que falta. Que te pasas la vida diciendo que un día harás 'nosequé', pero que la magia de eso es que ese día aún te queda por delante. «Ese día para mí es hoy, lo que tenga que hacer lo tengo que hacer ahora, sino no lo haré en la vida. Eso es lo peor de hacerse mayor», le confiesa a su guionista Ava.
Como el humor regala sonrisas pero también desnuda el alma, en uno de esos arranques de sinceridad entre ambas le cuenta también que, a pesar de que los años pesan y muchos se queda por el camino, nunca se siente sola: «Menos cuando abro una botella de brut. El champagne no se puede volver a cerrar». De mayor quiero ser como Jean Smart, incluso con la mala leche de su Deborah.
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