Una actriz de 'La Promesa' desvela la complicada enfermedad que padece

La querida ama de llaves, que acaba de dar a luz en la ficción (un embarazo fruto de la violación por parte del barón de Linaja, o sea, el padre de Cruz), anunció este pasado miércoles su nuevo embarazo. La actriz, conocida también por su participación en producciones como 'Sin tetas no hay paraíso' o 'Amar es para siempre', volverá a ser madre por tercera vez junto al actor José Manuel Villalba.

Ha sido a través de su cuenta de Instagram donde la protagonista de 'La Promesa' también ha aprovechado la noticia de su embarazo para hablar con sinceridad sobre otro tema más crudo: la enfermedad que padece desde los 21 años. «Normalizando, porque es lo que me sale y toca», escribía en sus redes sociales para hablar de la medicación que ha comenzado a tomar.

Desde que era muy joven, María Castro sufre una enfermedad coagulatoria, causada por una mutación genética, que le hace tener más riesgo de trombosis. En su estado actual, esta situación puede ser peligrosa para su hijo nonato, pues puede llegar a producir abortos espontáneos.

Por este motivo, la intérprete necesita pincharse heparina todas las mañanas y ha querido mostrar a sus seguidores los hematomas que le quedan en el abdomen: «Como no voy a poder evitar enseñar mi barriguita, vais a ver que aparecen una serie de hematomas a los lados que no quiero tapar, porque creo que es muy importante normalizarlo».

«No hay mal que por bien no venga, y desde entonces sé que si en algún momento me quedo embarazada, como es este caso, me tengo que pinchar. Así lo hice con todos los embarazos. Es un poco engorroso, sí; tengo opción, no. Así que yo, como todo en la vida, me pincho una alegría y pienso que son vitaminas para el bebé -que no es cierto- y ya está, sin más», justificaba la joven, que hace frente ahora a su tercer embarazo.

La actriz ha querido hacer referencia con su testimonio a todas aquellas mujeres que viven a diario trastornos que pueden afectar a sus embarazos: «Me da mucha pena que muchas mujeres se queden sin ser madres por este motivo, o que aunque luego lo consigan, pasen por el proceso de perder uno, o dos... Porque cada pérdida es un duelo, y es un duelo muy horrible, que se suele pasar en silencio».