Se contenía la emoción mirando hacia otro lado, nunca a los ojos, hasta que se ha pasado el momento de hablar de sus sensaciones con el partido contra España, en el que ha perdido por 25-28, de sus sentimientos sobre una pista en la que estaba de rival, de rival de la selección que él hizo campeona. Valero Rivera padre vivió un encuentro muy extraño al enfrentarse contra España, contra su hijo: «Ha sido un partido con sensaciones muy extrañas porque no podía molestarme que marcaran gol jugadores a los que quiero muchísimo. Eso no lo había sentido nunca».
Precisamente fue su hijo el que abrió el marcador y encadenó tres tantos consecutivos. Para lo que el padre tenía orgullo con un punto de profesionalidad: «Me encanta ver a mi hijo hacerlo tan bien. Me encanta cuando mete gol, lo que pasa es que nos ha metido los tres primeros y he dicho: a ver si nos va a marcar este todos. Creo que para él era más difícil incluso que para mí. Encantado de que haya jugado bien».
Y satisfacción con su equipo, que le ha plantado cara a España y ya es un rival muy temible en este Mundial: «Sabemos con lo que estamos trabajando y hay que tener los pies en la tierra. Era jugar contra España. Somos los 23 del mundo, esa es la realidad. Pero estoy encantado porque el equipo trabaja muy bien y mucho y hasta hoy estamos haciendo un campeonato excelente. ¿Quién iba a pensar que ganaríamos a Eslovenia? ¿Y que íbamos a jugar de tú a tú contra España? Hay que estar satisfecho, pero continuar mejorando».
La profesión, por dentro, no evitó que le saltara la emoción al final. Dos equipos, dos selecciones, dos sentimientos, dos himnos: «España ha demostrado que es la campeona del mundo porque cuando lo peor lo ha tenido lo ha sabido hacer y ha sabido ir detrás en el marcador y mantener los papeles. Y ojalá que España esté en la final».




