IDEES DES DE LA COMUNITAT
¿Quién quita la piedra?
Las tres mujeres del Evangelio superaron las dificultades el Sábado Santo porque avanzaron por el camino adecuado
Los cristianos celebramos esta noche la resurrección de Jesús, momento culminante de nuestra fe. Para llegar ha habido que pasar una semana difícil con la Pasión de Cristo. Ahora, ya muerto, hay una nueva dificultad: retirar la piedra del sepulcro.
Apenas ocho días antes, el propio Jesús había resucitado a Lázaro en Betania. Cuando llegó a la sepultura ordenó que quitasen la piedra. Jesús iba rodeado de Marta y María, de todos sus apóstoles y de una muchedumbre de discípulos. Los hombres quitaron la lápida sin dificultad y Jesús hizo el milagro.
Pero en la noche del Sábado Santo, según narra el evangelista, hay tres mujeres que deciden ir a embalsamar el cuerpo de Jesús después de que hubiera pasado la fiesta judía del Sabbat. Tenían ante sí el problema insalvable de retirar la losa que cubría la puerta del sepulcro: por la vigilancia que tenía y por el peso de la misma, que impedía que ellas tres solas la retiraran.
Cuando quitaron la piedra de Lázaro había mucha gente para ayudar. ¿Qué ha pasado en solo una semana para que estas tres mujeres estén ahora solas? Es evidente: su Salvador, su Líder, su Jefe, ha muerto en una Cruz. En esos momentos duros, todos desaparecen y le abandonan. No le quedan amigos. Así suele ser la vida. En momentos de dificultades, ante la contrariedad, hay muy poca gente que esté a tu lado. Jesús, en la Cruz, es un fiel reflejo de lo que a todos nos sucede en la vida cotidiana cuando vienen mal dadas.
Sin embargo, aquellas tres mujeres superaron el miedo y decidieron –pese a las dificultades- ir solas a embalsamar el cuerpo de Jesús. Y fueron de noche, a oscuras, con miedo a los soldados, sin fuerzas para quitar la piedra. Pero, a pesar de todo, se crecieron e hicieron todo lo que estaba en sus manos luchando contra el desánimo.
En el momento actual todos pasamos por trances difíciles, por unos motivos u otros. En nuestra mente surgen infinidad de dudas y nos preguntamos quién nos va a quitar la piedra. Una losa formada por el odio, el resentimiento, la envidia, la desconfianza o la indiferencia.
Algún ejemplo concreto podría ser, en el ámbito social, las dificultades en la Iglesia ante las que el Papa Francisco nos pide a los cristianos que demos un paso adelante y salgamos a resolverlas, con ánimo y coherencia. También hay conflictos en la política, en unos momentos en que debatimos no sólo sobre la situación económica que afecta al país, sino también sobre la misma realidad de España.
Las tres mujeres del Evangelio superaron las dificultades el Sábado Santo porque avanzaron por el camino adecuado. Estoy convencido que los problemas de cualquier índole que estemos pasando, también los de tipo personal, se resuelven si tenemos una idea clara y si no nos paramos ante las amenazas y continuamos avanzando hasta superar esas dificultades.