entrevista
López Jaraba: «Pido apoyo sin fisuras para los nuevos gestores de RTVV»
El exdirector general del ente público valenciano analiza en una amplia entrevista con ABC su dimisión, la ejecución del ERE y el futuro de la radiotelevisión valenciana

José López Jaraba (Madrid, 1967) analiza su salida como director general de Radio Televisión Valenciana (RTVV) tras un periplo de más de tres años invocando un mensaje de «prudencia» respecto al proceso de reestructuración del ente, que califica de «irreversible», y otro de «agradecimiento» a la Generalitat y a la plantilla por garantizar la viabilidad de la empresa. Suma más de siete años de profesión en la Comunidad, a la que considera su segunda patria, y regresa a Madrid, donde siempre ha defendido con vehemencia los intereses de la región.
-¿Por qué dimitió?
-Mi marcha obedece estrictamente a causas familiares y fue comunicada al Consell con la antelación suficiente. Transmití en noviembre que debía irme porque una serie de urgencias limitaban mi capacidad para gestionar la empresa. La Generalitat entendió la situación y me requirió discreción y tiempo para hallar una solución, pero el asunto trascendió públicamente cuando se estaba deliberando.
-¿La elección de Rosa María Vidal como su sucesora precipitó su decisión de abandonar el cargo?
-No. Hubiera dimitido igual. A principios de septiembre, tras haber aprobado el ERE, hice saber al Gobierno que deseaba dejar el cargo, porque creo en la rotación de equipos. En ese momento ya aduje poderosas razones personales. Me pidieron continuar un poco más, pero mis urgencias familiares se han intensificado y no puedo dirigir una empresa a distancia. Por lealtad hacia la Generalitat, que es la propietaria de la empresa, y a mi propia familia.
-¿Su relevo supondrá dificultades para ejecutar el ERE?
-En absoluto. Sobre este particular, ha sido inocuo que haya habido o no director general durante tres o cuatro días. A día de hoy [miércoles, 12 de diciembre], no tengo ni una sola carta de despido para firmar en mi despacho. La ejecución del ERE es un proceso muy complejo. Cada carta de despido debe motivar al detalle las causas y no queremos que ningún juez afee el proceso porque alguna de ellas esté deficientemente argumentada. Es un trabajo lento y riguroso que requiere paciencia. Se trata de que el proceso sea impecable en lo legal y de que se valoren a la perfección los motivos por los cuales unos compañeros se van y otros se quedan.
-¿Cree que el Consell dará un voto de confianza al equipo que deja?
-Creo en las carreras de relevos, pero este equipo ha conseguido el milagro de que RTVV siga abierta en medio de una tormenta perfecta política y económica. El ente está inmerso en un proceso de reestructuración irreversible e inédito en España. El Gobierno de la Generalitat es el único que lo ha hecho, es el que nos ha dado el apoyo y la confianza, es el que ha demostrado cuajo político para afrontarlo. Y por ello pido paciencia, porque saldrá bien pese a su extrema complejidad.
-¿Comprende que la próxima directora general haya optado por mantenerse en un segundo plano?
-Por supuesto. El proceso se está demorando algo más de lo previsto, pero no es culpa de nadie, sino de la inherente dificultad del mismo y de los pasos que damos de forma prudente para no incurrir en errores que luego pueden pasar factura. El proceso es como coger un edificio en ruinas, conservar la fachada y la escalera de caracol, y el resto construirlo de nuevo. Lo fácil es tirar toda la casa abajo y levantarla de nuevo con piezas modulares, pero no lo podíamos hacer. Otras televisiones, como la aragonesa, empezaron en 2005 de cero con otro marco de relaciones laborales, planes de externalización reglados y noventa trabajadores. Nosotros debemos reconstruir sin que se nos venga la casa encima.

-¿El objetivo principal ha sido preservar la dignidad de la plantilla?
-Hemos tenido que afrontar lo mejor que hemos sabido el impacto emocional que supone un proceso de despido de 1.198 personas de la manera más humana posible. Eso explica la minuciosidad que se está aplicando al ERE para que no exista ningún tipo de arbitrariedad voluntaria y, al tiempo, evitar que algún tribunal pueda objetar el conjunto del trabajo.
-¿Le consta si ha habido integrantes del Gobierno valenciano partidarios de la desaparición de RTVV?
-Celebro que haya sido este Consell el que impulse una reestructuración con el objetivo de lograr la viabilidad de la empresa. Soy un convencido de la necesidad de que exista una televisión pública en la Comunidad y al final del proceso se hará justicia, porque el resultado será un éxito y un modelo a seguir por el resto de cadenas públicas. El ente se modernizará y se pondrá en una órbita de calidad envidiable. Lo fácil hubiera sido el cierre. Este camino es el más tortuoso, pero al final del largo pasillo se producirá un reconocimiento generalizado. Al tiempo. Por eso pido apoyo sin fisuras para Sandro Reig y, más tarde, para Rosa Vidal. Del mismo modo que la televisión saldrá adelante, lo hará también la Comunidad, bajo la presidencia de Fabra, que recuperará el pulso y la senda de éxito que abrió Eduardo Zaplana y continuó Francisco Camps.
-¿Fue un error adquirir los derechos para emitir la Champions o la F-1?
-Una televisión pública debe tener influencia. Para ello necesita audiencia y buenos productos para competir. Leopoldo González Echenique lo está haciendo en RTVE. Una televisión sin audiencia es intrascendente y Canal 9 debe continuar siendo el principal resorte de la comunicación en la Comunidad Valenciana.
-¿Vivió su peor momento con el supuesto caso de abusos sexuales del que se acusa a Vicente Sanz?
-El momento más amargo fue cuando comunicamos el ERE. Hay muchas familias afectadas, e incluso amigos. Sinceramente, no sé qué decir ni qué cara poner cuando me cruzo con compañeros por los pasillos. Pero la alternativa era la liquidación de la tele.
«Nunca he mirado la escaleta de los informativos, al contrario de lo que sucede en otros sitios»
-¿Se arrepiente de haber aceptado el cargo de director general?
-En absoluto. Me siento muy honrado de haber trabajado en esta casa.
-¿Qué presupuesto necesita RTVV para poder competir?
-El presupuesto de 2013, que contempla una subvención de 68 millones de euros, no es el mejor posible pero resulta suficiente para esta nueva etapa. Hacer televisión es muy, muy caro y, a mayor dinero, más calidad y más audiencia. En todo caso, hay que valorar el esfuerzo de la Generalitat en un momento de crisis por seguir apostando por RTVV. Yo lo valoro como periodista y como defensor de la televisión pública. Otros que se dicen defensores de lo mismo deberían arrimar el hombro.
-¿A qué atribuye la pérdida de audiencia de Canal 9?
-No eludo la responsabilidad del equipo directivo en lo que nos toque. Sin embargo, la audiencia está atomizada, y eso es algo que afecta a todas las televisiones. En 2008, con seis canales en el mando a distancia, había que ser muy torpe para no hacer un veinte por ciento. Ahora hay cincuenta o sesenta y Telecinco y Antena 3, que son líderes, apenas alcanzan el trece por ciento de cuota. Sin dinero no se pueden adquirir productos atractivos que atraigan la atención de los espectadores. Esa es la ecuación.
-Y les ha faltado el dinero.
-Nunca en su historia RTVV había gastado menos dinero en programación que en 2012, pero el gran éxito y el motor social de esta televisión son sus informativos, con audiencias sobresalientes. Lo mismo que en la radio, que ha dado un salto adelante y es referencia insoslayable y líder en muchas franjas.
-También se le ha acusado de falta de independencia.
-Las televisiones públicas son propiedad de una Administración, pero quiero reivindicar el trabajo de nuestros periodistas. Nunca, jamás, he mirado la escaleta de los informativos, al contrario de lo que sucede en otros sitios.
-¿Qué le sugiere el lema «una televisión pública, en valenciano y de calidad»?
-Lo suscribo pero con un matiz. Hay espacios, como el cine americano, que se emiten en castellano porque, según el Estatuto de Autonomía, la Comunidad Valenciana es bilingüe y a la televisión pública le corresponde atender a su realidad lingüística y social. Con todo, en Canal 9 el sesenta por ciento de la programación es en valenciano y en los otros dos canales llega al cien por cien.
-¿Y el factor público?
-La nueva ley blinda la condición de RTVV como empresa pública. No admite accionistas privados ni concesiones de explotación, y el director general es elegido por las Cortes. Cuestión distinta es que se puedan externalizar servicios para ahorrar costes. Esa es la vía de modernidad, elasticidad, competencia, ahorro y vanguardia.
«El ERE se está demorando por la inherente dificultad del proceso»
-¿Los políticos se han preocupado de RTVV por algo más que para hacer política?
-He encontrado diputados de la oposición realmente interesados en la realidad del ente y otros que han pretendido desestabilizar y hacer la vida imposible a la empresa.
-¿Sirve para algo el consejo de administración?
-Excepto por un caso de vedetismo, el resto de los consejeros son personas muy responsables que se han preocupado por el ente, y por ello quiero darles las gracias. En cuanto al futuro consejo, sus integrantes tendrán más competencias, y por tanto eventuales responsabilidades incluso de tipo patrimonial o penal. Por ello, espero que no haya tentaciones de usar el consejo para la promoción política personal, como hace alguno ahora, y colaboren de forma profesional con Rosa Vidal.
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