Simpática anécdota
«Dame 10 razones»| (( | País | 2006 | 82 minutos | Género-Comedia | Director-Brad Silberling | Actores-Morgan Freeman, Paz Vega, Bobby Cannavale |F. MARÍN BELLÓNEstrella tardía pero felizmente

«Dame 10 razones»
| (( | País | 2006 | 82 minutos | Género-Comedia | Director-Brad Silberling | Actores-Morgan Freeman, Paz Vega, Bobby Cannavale |
F. MARÍN BELLÓN
Estrella tardía pero felizmente instalada dos pisos más arriba del bien y del mal (acaba de interpretar por segunda vez el papel de Dios), Morgan Freeman se permite con esta baratísima película independiente el capricho de hacer de sí mismo, de trabajar junto a Paz Vega y de pasárselo como un niño en una piscina de bolas. De paso, el ahora productor experimenta (de momento sólo en su país) con el estreno simultáneo de la película en unas pocas salas y en internet. La trama no puede ser más sencilla: una vieja estrella de Hollywood visita un supermercado como preparación para un papel en un filme de tan bajo presupuesto como el que dirige Brad Silberling. Si todo no fuera tan modesto, daría para fraguar pretenciosas disquisiciones filosóficas sobre el metalenguaje cinematográfico, pero aquí de lo que se trata es de cruzar al astro en el viaje de regreso con la exótica promesa emergente, a la sazón cajera del establecimiento en el que empieza la historia.
Dicho lo cual, a estas alturas lo que le interesará saber al lector es si la película merece el precio de la entrada y, ya de paso, si nuestra representante demuestra en cancha ajena la capacidad de adaptación de nuestros baloncestistas en la NBA. No es por empezar por el final, pero Paz Vega ya hizo ver en la infravalorada «Spanglish» que no se arruga en presencia de nadie. La actriz y el oscarizado Freeman no sólo hacen buenas migas, sino que saben acoplarse incluso en un tubo de ensayo tan frágil y estrecho como es esta película. Memorable resulta el momento en que el protagonista masculino aprende a cantar en español «Al pasar la barca».
Las primeras cuestiones no son tan fáciles de responder. La cinta contiene escenas inspiradas y un aire de ligereza que se agradece, pero la sensación de que asistimos a una sucesión de anécdotas estiradas, de que en este menú sólo hay rollitos de primavera, sabrosos pero insuficientes para una dieta equilibrada, no se disipa ni con las tomas falsas del final. Es más, si estas se cambian por las verdaderas, el orden de los factores es del todo indiferente.
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