El Cid paga con su sangre dos orejas (sin entrar a matar)
BURGOS. Después de la tempestad del día anterior, llegó la calma por medio de la muleta de El Cid, que cortó las dos orejas de su primer toro, tras resultar cogido, de pronóstico menos grave, y con la salvedad de que no había entrado a matar. Fue tal el entusiasmo del público que se repitió aquella gesta novillera de Juanito Posada -ahora va a hacer 54 años-, o la más reciente de Manuel Benítez «El Cordobés», que se ha cumplido el trigésimo primer aniversario, aunque este último sólo lograra un trofeo.
Con un vientecillo molesto se sacó El Cid a su antagonista al centro del anillo. Puso suavidad y enjaretó cuatro naturales, mandones, templados y largos, rematados con un excelente pase de pecho. Mejor todavía una segunda gran serie. La tercera, citando desde lejos y dando la distancia precisa, realmente torerísima. Intercaló perfectos pectorales con afarolados zurdos. En el mismo plan con la derecha: con la misma limpieza e idéntico clasicismo. Una especie de tres en uno, pero con cuatro pases, y la despaciosidad final de una penúltima tanda calmosa, y otra final de redondos que desataron aun más las ovaciones. El toro humillaba demasiado por la largura del trasteo y, al prepararlo para la muerte, El Cid resultó cogido y zarandeado, y tuvo que ser trasladado a la enfermería. Mató al toro El Cordobés y el público pidió unánimemente las dos orejas, que paseó la cuadrilla por el ruedo ante la apoteosis general.
El Cordobés salió a hombros, después de cortar una oreja a cada toro por una labor de su clásico estilo y otra, la segunda, más pausada y reposada. Por su parte, El Fandi realizó una buena faena al cuarto, sin su habitual electricidad, anduvo en su tono en el tercero y se limitó a cumplir en el último. Destacó, como siempre, con las banderillas.
Parte facultativo. «El Cid sufre herida en la región inguinal derecha con tres trayectorias, una hacia arriba de diez centímetros, otra hacia el escroto de cinco centímetros y una tercera hacia abajo, ninguna afecta a vasos ni estructuras importantes». El torero fue trasladado al Hospital Divino Vallés.
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