NOVEDADES
La torrijada: torrijas para todos los gustos, todos los días del año
Se trata de un nuevo establecimiento que acaba de abrir en la calle Lineros especializado en este dulce típico sevillano
Cristina Torres
La llegada de la primavera trae muchas cosas bonitas a Sevilla; la Semana Santa, la Feria, el olor a azahar de los naranjos, el comienzo de la temporada de caracoles y, por supuesto, también es la estación de las torrijas.
En los últimos años hemos ... visto como este dulce ha trascendido su época extendiéndose más allá de la Semana Santa para conquistar las cartas de postres de muchos restaurantes como vimos en esta guía el pasado junio. Y, oye, si hay negocios que experimentan con «cien mil» versiones de croissants, de tartas de queso, de magdalenas de colores... ¿No faltaba uno con nuestro dulce más icónico? Ya no.
Los sevillanos Ángel Portillo y Fran Jiménez han lanzado un negocio inédito en Sevilla —y por qué no decirlo, en el mundo— con una dulcería especializada exclusivamente en torrijas.
Se trata de La Torrijada (Lineros, 11), un establecimiento que se asienta sobre tres patas fundamentales: artesanía en todas sus elaboraciones (ellos mismos hacen los panes de sus torrijas), innovación en sabores y tradición a través de sus métodos de elaboración.
La alianza de estos socios no es precisamente al azar. Ángel cuenta con una empresa de suministros de hostelería y una dilatada experiencia en el mundo de los caterings y la restauración desde el punto de vista empresarial.
Entre las empresas a las que suministra se encuentra La Taberna del Alabardero, donde Fran se formó como cocinero para más tarde ser profesor de la misma escuela, desarrollando posteriormente un catering que cuenta con su propio obrador.
De la unión de estos perfiles nace La Torrijada, un espacio que rinde homenaje a nuestro dulce patrio por excelencia llevando la receta al siguiente nivel. «Entendemos la naturaleza cambiante del pan, que se traduce en torrijas se diferencian entre unas y otras según el tipo de harina, el tipo de vino seleccionado, la miel cosechada o las especias aromáticas utilizadas» aseguran los propietarios.
«Cada elaboración muestra una de las mil caras que completan la vida de nuestras diferentes torrijas, buscando siempre la untuosidad y cremosidad en boca que las caracteriza», nos explica.
Hablemos de las protagonistas
En esta tienda encontraréis infinidad de torrijas que abarcan distintos tipos de panes, como brioche o molde, varios tipos de vino, de leche, sin gluten y hasta torrijas veganas en pan de mango o remolacha.
Las hay bañadas en chocolate, en miel, a la Cruzcampo, al palo cortado o al pedro ximénez que pueden pedirse tanto en tamaño mini como en tamaño grande y que, además, se pueden personalizar con diferentes «toppings» , añadiendo bolitas de chocolate, nubecitas tipo «marshmallow», Lacasitos, «cookies» y otros muchos ingredientes.
Quien quiera hacerlas todavía más jugosas puede añadir diferentes salsas como la de mango, fresa o arándanos, así como añadirles un extra de vino , que puede ser de naranja, pedro ximénez o palo cortao, por citar algunos, o incluso, añadirle una bola de alguno de los helados artesanos que tienen en el propio establecimiento.
En definitiva, son torrijas «tailor-made», como los trajes de sastre hechos a medida.
¿Y qué más hay? Pues mucho más, porque su idea es no solo preparar torrijas todo el año, sino versionar otros postres elaborados con este dulce, así como generar diferentes líneas de negocio en torno a ellas.
Ahí entran las tartas, como la de torrija y queso de cabra , de torrija y tocino de cielo o con «tres leches», y el pudding de torrija que pueden venderse por porciones o enteras por encargo.
En su expositor —repleto de tentaciones dulces— también encontramos postres en formato tarro , como el de pannacota, torrija y nueces, o el de jengibre, torrija y hierbabuena.
Y, por último, las estrellas de la casa: las Lolitas , que son unas torrijas clavadas en un palo de madera —como si fueran un helado tipo Magnum— bañadas en chocolate negro o blanco crujiente, y las Manuelas , unas torrijas de brioche con diferentes rellenos y semibañadas en chocolates variados. Estas creaciones con nombre de mujer rinden tributo a las hijas de sus creadores, Lola y Manuela.
Cualquiera de sus dulces se pueden disfrutar en el local que tienen en la calle Lineros, que cuenta con algunas mesas altas, pedirlas para llevar y comerlas paseando por la calle o en el propio domicilio a través las principales plataformas de «delivery».
Pero no se conforman con eso. Sus propietarios quieren extender la idea de negocio al campo de las experiencias , creando cajas que incluyan torrijas y Champagne, regalos tipo «souvenir» con cajas a las que añaden un azulejo sevillano e incienso para llevar un detalle de Sevilla, envíos de desayunos y meriendas de regalo o para reuniones de trabajo.
En esta línea, también están haciendo colaboraciones con hoteles y empresas de apartamentos turísticos para crear auténticas experiencias sevillanas incluyendo packs en las habitaciones.
En materia de colaboraciones también se encuentran en conversaciones con panaderos y pasteleros de renombre de la ciudad y provincia para hacer ediciones limitadas que sigan dotanto a sus productos de un aire de calidad, así como con bodegas para en contrar vinos de la zona que amplíen su repertorio de torrijas, ya sea para maridajes específicos o para elaborar vinos personalizados para sus recetas.
En ese sentido, lo cierto es que al estar recién abiertos, el abanico de posibilidades es ilimitado y ya barajan muchas ideas mientras se va asentando esta primera tienda que, desde que abriera hace un par de semanas, no ha dejado de tener gente.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete