Casa Lorenzo: «Croqueteando por bulerías»

Combinan una carta no muy larga con un menú de lunes a viernes realmente atractivo por sólo 9,50 euros. La carta se podría dividir en entrantes y tostas, frituras, platos de cuchara y una selección de croquetas de divertidos sabores francamente bien fritas y sabrosas. De esta bendita locura para los croqueteros hemos probado las de arroz negro con alioli -divertidas-, las de cordero, miel y canela -sabrosas, pero ligeras y nada pesadas- y las de puchero -contundentes-.

Pero nos hemos adelantado por la ansia de croquetas y vamos con el resto. Lo primero que probamos aquí fue un buen y original plato de tomate aliñado de Conil mezclado con boquerones en vinagre y ajitos fritos. La ensaladilla que nos llega a continuación es la normal, nada reseñable, pero lo que sí te emociona es la  tosta de Pringá con huevo de codorniz : un hallazgo quizás por lo lógica y sencilla que es la combinación, amén de por la calidad de los avíos.

Probamos también sus lentejas , hechas con mimo y tiempo, como las de cualquier madre, y en el que sólo echamos de menos que el chorizo fuera un poco más fuerte. Del apartado de fritos nos han gustado las acedías -muy bien fritas y de tamaño perfecto- y el cartucho de choco con mayonesa de lima , al que le sobraba la segunda, o al menos nosotros no entendimos la combinación de la lima con el choco.

Unas albóndigas ligeramente rebozadas, hechas al moscatel y con cebollitas, y acompañadas con patatas fritas cortadas a cuchillo y salsa generosa rematan una sobremesa deliciosa y que nos deja en un estado de gracia, influidos por la comida, por el ambiente rural chic que aquí lo impregna todo y por la cata de vinos andaluces que terminamos haciendo -ya que son los únicos que tienen-.