Como en Cádiz: este es el bar de Sevilla que tiene una de las mejores tortillitas de camarones

Ricardo Galán nació en Sanlúcar de Barrameda y lleva toda una vida dedicada a la hostelería. Junto a su mujer, Claudia Vázquez, abrió Amarra en 1994 en la calle Pagés del Corro. Hoy, a sus más de 70 años, sigue dirigiendo la cocina de un local que funciona como embajada sanluqueña en Sevilla, con producto fresco traído de la lonja de Bonanza. Redes marineras, azulejos con escenas de playa y botellas de manzanilla decoran un espacio que remite a la costa gaditana desde el primer paso.

Las tortillitas de camarones de Amarra se diferencian por su fórmula personal: harina de garbanzo y de maíz —lo que las hace aptas para celíacos— y un toque de ajo picado que sustituye al perejil y la cebolleta habituales. Resultado: finas, doradas y muy crujientes, se han convertido en el plato estrella de la casa y en una referencia para quienes buscan este clásico gaditano en Sevilla.

Además de sus tortillitas, Amarra ofrece una amplia selección de pescados, mariscos y guisos marineros. En la pizarra del día pueden aparecer cazón en tomate, raya al pan frito o alcauciles con guisantes, junto a frituras de acedías, pijotas, salmonetes y calamares rellenos de huevas. En temporada no faltan los langostinos, las cigalas o las galeras, preparados cocidos o al vapor siguiendo métodos tradicionales de Sanlúcar.

El local, ampliado en 2022, cuenta con barra, mesas altas y varios comedores. En la zona de tapas se atiende por orden de llegada, mientras que el restaurante admite reservas para quienes prefieren comer a base de raciones.