Sal Gorda estrena un nuevo local en el corazón del Barrio de Santa Cruz

Tras el cierre de Salvaje, este viernes abrían su tercer establecimiento en los bajos del Hotel Halo, enclavado en la coqueta Plaza de Los Venerables donde confluyen las serpenteantes callejuelas de la Judería.

Al estar ubicados en un hotel, no se limitan al servicio de comidas y cenas, sino que también ofrecen desayunos.

En los próximos meses, abrirán un punto de venta de cafés, dulces y bollería «take away» en este mismo espacio, que cuenta con entradas tanto por la calle Pimienta como por la Los Venerables.

¿Quién está detrás? Los tres hermanos Cabrera (Elías, Ahitamy y Antonio) junto a su aliado y gran amigo, Javier Pascual , lideran este nuevo proyecto con el que quieren seducir tanto a locales como extranjeros, devolviendo, en la medida de lo posible, el Barrio de Santa Cruz a los sevillanos.

¿Cuál es la filosofía? Como en sus otros establecimientos, se mantienen fieles a su concepto creativo y actual de la cocina casera , donde hasta la última salsa pasa por sus fuegos, pero abogando por la buena relación calidad-precio, ofreciendo sus elaboraciones a precios competitivos y accesibles.

Como dice Elías, «nos gusta nuestro oficio, cocinar todos los días es innegociable , aunque los costes económicos y personales sean más altos».

Quieren huir de esa asociación de que los grupos gastronómicos ofrecen una cocina que a veces se queda a medias, así como de la habitual sensación de que en los barrios turísticos no se come a la altura del paisaje que ofrece el entorno.

Por eso, aunque con este sumen ya tres locales, prefieren un crecimiento controlado donde puedan gestionar sus espacios de forma directa, trabajando ellos mismos en sus locales para mantener la calidad. Se consideran «unos artesanos», afirma el cocinero, y así quieren que siga siendo.

¿Cómo es la carta? La carta mantiene la esencia de sus otros dos hermanos, siendo reconocible para aquellos que ya han probado algunos de sus platos. Sin embargo, en Sal Gorda Halo muchas de sus recetas han evolucionado para adaptarse a las nuevas tendencias, buscando una personalidad única que defina cada establecimiento.

Está compuesta por una nutrida sección de tapas, a la que suman otros tres apartados de platos más sustanciosos, con un epígrafe «de la huerta» de platos principalmente vegetales, otro «de la lonja» para los pescados y, «de la granja», para los platos de carne.

Como en sus otros locales, la estacionalidad de determinados productos les invita a preparar sugerencias y platos fuera de carta semanalmente, con los que mantienen la carta viva y dinámica.

También o frecen un menú degustación de seis pases con una selección de platos de la carta para los que quieran probar de todo sin tomar decisiones que se sirven a mesa completa.

¿Qué se puede comer? En su apartado de tapas encontrarás sus emblemáticos conos de ortiguilla con emulsión de placton marino, ostras francesas nº2 con ponzu, croquetas de jamón ibérico , sus tradicionales canelones de ropa vieja, patatas bravas y boquerones al limón.

La marca Sal Gorda está presente en algunas propuestas, como su donut de cola toro glaseado con salsa teriyaki y crumble de avellana y caramelo , que demuestra esa evolución de la receta de cola de toro y teriyaki con la que llevan conquistando a su clientela desde hace años en el local de Alcaicería.

También encontrarás tartares, como el de atún rojo de almadraba marinado con salsa de yukke, anís y frambuesas, o el de picaña de vaca vieja, ensaladilla de pulpo a la gallega y salmorejo de tomates amarillos.

¿Qué más hay? Los amantes de los platos con amplia presencia vegetal disfrutarán de propuestas como la coliflor en texturas, el ceviche de cítricos y las alcachofas con velouté de jamón ibérico.

En esta sección también se pueden saborear platos más contundentes , como fideuá de verduras, arroz meloso de setas o los gnocci caseros de patatas con yema de huevo de codorniz y salsa de queso pecorino y trufa de temporada.

En esta sección «de la huerta» hacemos una mención especial a una de las novedades de su carta, su plato chilli-pisto de berenjena ahumada con yema de huevo y carpaccio de ventresca de atún rojo , que emula los chilli-crabs del sudeste asíatico, pero desde un punto vegetal, con notas ácidas, picantes y matices a jengibre.

¿Qué hay de sus carnes y pescados? El apartado «de la lonja» es quizá más escueto, ofreciendo tres platos a base de pescado: un ceviche de pescado del día, bacalao con viccyssoise de coco y calamar encebollado con habas y toque de hierbabuena.

En cambio, la sección carnívora sí está más surtida, con cinco propuestas, como las carrilleras de cerdo ibérico al curry rojo con arroz jazmín , cochinillo asado con manzanas o solomillo pibil de cerdo ibérico con salsa de achiote.

¿Y para los golosos? No tienen una carta de postres persé, ya que suelen cambiarlos con frecuencia para que la propuesta dulce sea más dinámica.

Entre sus propuestas, destaca el flan de huevo casero al estilo tradicional , acompañado de crema chantilly casera, que sirven en un huevo de cerámica dorado.

L as vajillas que utilizan son divertidas y hacen referencia a la receta de su emplatado, como la croqueta de ibérico servida en un plato con forma de cerdo color rosa o la de la ensaladilla de pulpo a la gallega, que sirven en uno que emula a los tentáculos del cefalópodo.

¿Qué hay de las bebidas? La carta de vinos está definida por una destacable presencia de vinos ecológicos y naturales, donde buscan fusionar vinos con mucha tradición con otros más adaptados a las nuevas tendencias.

Casi todos pueden «copearse», ofreciendo hasta veinte referencias por copa. También ofrecen vinos generosos del Marco de Jerez, champanes y espumosos.

¿Cómo es el espacio? Lo mejor de estar enclavado en un hotel boutique como Halo es poder contar con amplios espacios llenos de encanto, como el patio central en el que se encuentra el salón principal del restaurante.

Bajo un techo de cristal que llena de luz toda la sala se encuentran las mesas y sillas de estilo «art decó», paredes con decoración retroiluminada, columas de mármol y asientos de terciopelo.

Cuenta con varios espacios a los que se accede por diferentes calles, fruto de la fruto de la rehabilitación de tres señoriales casas del siglo XIX, con fachadas a las calles Justino de Neve, Gloria, Pimienta y la Plaza de los Venerables, donde ofrece su terraza con seis mesas rodeadas de naranjos para comer al aire libre.

Durante la temporada de primavera-verano, también ofrecerán servicio en el «rooftop» del hotel donde se podrá disfrutar de una bonita panorámica de La Giralda y los tejados aledaños.