Doña Emilia, una vuelta a los orígenes de la familia Mayo

¿Quién está detrás? La familia Mayo, que inaugura con éste su tercer restaurante tras el original de Los Palacios y el que tienen en Reyes Católicos: Mayo.

Después de 61 años de andadura, esta familia se consolida con su segunda apertura en la capital andaluza, donde ha llevado con acierto la filosofía gastronómica que llevan seis décadas trabajando en Los Palacios y Villafranca.

¿Cómo es su propuesta? Una amplia barra sevillana con contrabarra pegada a los ventanales, un salón de mesas bajas y un reservado, además de una terraza en el Paseo Colón que se divide en dos espacios: uno gastronómico y otro para los demás momentos del día.

En cocina, tapas y platos ya consolidados en este grupo y que miran al origen de la familia Mayo. Con Doña Emilia han querido homenajear a su matriarca, Emilia Cabrera (fallecida hace cuatro años) no solo con el nombre, también rescatando su forma de trabajar.

«Ella iba a comprar con el dinero que se recaudaba tras cada servicio, con lo que siempre tenía producto fresco y hecho en el día», explica Loli Rincón, su nuera y jefa de cocina del grupo.

Ahora replican esa metodología no por necesidad, como hacía Emilia Cabrera, sino por mantener la calidad y la frescura de su carta.

¿Qué se puede comer? Tienen un apartado de abacería donde incluyen embutidos y chacinas, conservas artesanas con aliño y aperitivos fríos: desde salmón ahumado con crema agria a mojama de atún rojo de almadraba con AOVE y almendra.

En su vitrina no faltan salmorejo de tomate rosa, gazpacho asado, salpicón de marisco con aliño Bloody Mary, huevos rellenos o tomate de Los Palacios, considerado el producto estrella de este grupo hostelero.

¿Están los clásicos del grupo Manolo Mayo? No faltan sus espinacas con garbanzos, su carne con tomate o sus guisos diarios, inspirados en los que hacía Emilia Cabrera. También las habas de temporada o el pescaíto frito, otros de los emblemas de la casa, además de la ensaladilla, las papas aliñás o el gazpacho.

¿Qué más tienen? Hay una sección de panes: mollete de chicharrón y yema curada, tosta de presa mechá con manteca colorá o sandwich de milhojas de salazón ahumado. Hay una vitrina de pescado fresco pensada para servir fritos: desde acedías a salmonetes o puntillitas.

Entre los platos más elaborados destacan croquetas de boletus, panceta de cerdo ibérico a baja temperatura, solomillo de ternera a la ciruela o berenjena de picada de carne y salsa de piquillo.

¿Cómo es el espacio? El interior está dividido en dos zonas: barra y contrabarra, pensada para el tapeo al más puro estilo sevillano, y salón con mesas bajas.

Destaca en la zona del fondo un reservado decorado con fotos que recorren la historia de la familia Mayo en estas seis décadas de andadura.

La terraza está compuesta por mesas donde disfrutar de su cocina al aire libre y por otra zona de sillones bajos pensada para un aperitivo, un café o una copa.

¿Dónde encontrarles? Están en Paseo de Colón, 3.