Siglos de historia
Venta de Alfarnate, cocina tradicional en un emplazamiento histórico
Las migas a lo bestia son la seña de identidad de la casa y las carnes a la parrilla y el chivo al ajillo dos de sus especialidades. Nos sentamos a la mesa de una venta que data del siglo XIII y a la que la familia Palomo Zulueta está sabiendo dar continuidad.
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Iniciar sesiónDe sitio de paso a lugar de destino para muchas personas que llegan atraídas por la leyenda e historias que rodean esta edificación. La Venta de Alfarnate está situado a los pies del pico del Chamizo , en la que es la ... antigua carretera que conectaba Málaga con Granada. Justo en el kilómetro 513 y a dos kilómetros de Alfarnate. Un restaurante pintoresco y de gran valor por el papel que ejerció en el pasado y que actualmente es, como apuntamos, destino de quienes quieren conocer de cerca la que es la venta más antigua de Andalucía .
Nos recibe un mediodía de este otoño Cristina Zulueta, al frente del negocio . Están poniendo a punto los salones porque es viernes y los fines de semana suelen tener bastante ajetreo. “Todo el mundo llega con ganas de sentarse pronto así que solemos trabajar con reservas. Los domingos es el día de más trabajo y estamos a tope”, nos cuenta Cristina mientras nos va dirigiendo por las diferencias estancias. De la entrada y la barra a uno de los salones, con una chimenea que suelen encender cuando llega el frío. A un lado una especie de cárcel: “ ¡Los antiguos calabozos! Normalmente ahí pernoctaban los bandoleros que se llevaban a juzgar a Granada. Era la manera de garantizar que nadie se escapaba durante la noche”. Zulueta hace alusión a un pasado del que hay testimonio gráfico, como demuestran algunas de las pinturas y documentos que penden de las paredes, enmarcados y protegidos para que sobrevivan al paso de los años…
La Venta de Alfarnate, un sitio del que bastantes lectores habrán oído hablar, era un punto de paso . Está en un emplazamiento que formaba parte del antiguo Camino Real, el carril que conectaba Málaga con Granada. Hoy se trata de una carretera comarcal y está justo en el cruce entre la A-4152 y la MA-155 . Infinidad de historias, leyendas y también aportes documentales atestiguan que entre sus ‘huéspedes’ más célebres figura Luis Candelas . De hecho, en el calabozo que sigue conservándose en el edificio en perfecto estado hay una representación del bandolero , una estatua, pues se comenta que pasó allí una noche en vísperas de llegar a terrritorio granadino para ser juzgado. José María El Tempranillo es otro famoso personaje del que se dice que pasó por estas estancias. Y de bandidos y delincuentes a ilustres nombres de la historia, como Alfonso XIII…
Todo esto se refleja perfectamente en cuadros, pinturas e ilustraciones, recortes de periódico y el hecho de conservarse en buena medida cómo era esta fonda siglos atrás. La tauromaquia es otra de las referencias que pueblan los rincones del lugar. Recuerda Cristina que cuando la familia adquirió la propiedad se encontraron con infinidad de periódicos y documentos antiguos y muchas portadas e imágenes de estos se han utilizado para decorar el local. Desde las caballerizas , cuadras que ahora se han reconvertido en comedor, a salas en las que se muestran en paralelo útiles de labranza y aperos agrícolas que, sumando unos objetos con otros, hacen que la Venta de Alfarnate sea a día de hoy un auténtico museo que dice mucho de las costumbres y tradiciones andaluzas.
Cristina y su marido, Diego Palomo , tuvieron claro desde el primer momento que era clave mantener la esencia de este sitio y con la reforma realizada lo consiguieron. Diego, que falleció hace unos años, dejó así una herencia a su mujer y a sus tres hijos que estos están queriendo respetar y darle continuidad . Paredes encaladas, bigas de madera restauradas, los techos altos, muros de un grosor que entonces –y ahora– hacían una especie de efecto botijo. “Efecto nevera”, señala Zulueta. En verano, un refugio frente a las altas temperaturas. En invierno siempre viene bien encender las chimeneas que hay prácticamente por todo el restaurante.
La gastronomía es el otro gran atractivo. No podía ser de otra manera para conseguir que esta venta siga viva décadas después. Apuestan por la cocina tradicional, las recetas de la zona y el producto de cercanía . El plato a lo bestia es de lo más pedido de la carta. No tiene desperdicio, eso desde luego: chorizo, lomo, morcilla, pimientos… En torno a este hay una leyenda, cómo no: “Te pides un primero y te lo comes; si decides repetir y te terminas el segundo, se cobra solo este; y si intentas un tercer plato a lo bestia y te lo acabas, te salen gratis los tres”. ‘¿Lo ha conseguido alguien, Cristina?’ –le preguntamos. “No, nadie pasa del primero”, nos responde entre risas.
Junto a esta propuesta ‘bestial’, el chivo al ajillo y las carnes que hacen a la parrilla y al horno . Los guisos es otra de las opciones que los caracterizan, especialmente en esta época del año. Platos de cuchara que van cambiando según la estación y lo que van ideando en cocina. Ahora tienen unos garbanzos con setas que merece la pena probar y que los clientes están consiguiendo que se mantenga en carta. “Está riquísimo y gusta bastante, así que ahí lo mantenemos”, sentencia Zulueta.
Durante la conversación nos acompaña Alejandro, el hijo mayor de Cristina y Diego. Él y su hermano –que también se llama Diego– están junto a su madre en el negocio. Sin lugar a dudas el futuro de la Venta de Alfarnate parece estar asegurado con esta segunda generación de la familia Palomo Zulueta que está apostando por mantener este sitio histórico más vivo que nunca.
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