Casa Miao Miao: «El rincón del Dim Sum en Marbella»

Una terraza pequeña y un local diminuto que, a pesar de su tamaño, ha sido dispuesto de manera acogedora y llena vida. Con apenas tres o cuatro pequeñas mesas bajas y algunas mesas altas donde acomodarse, Xiaomiao, la jovencísima chef y propietaria, ha conseguido crear un ambiente íntimo y acogedor. No hay farolillos ni peceras; aquí, la verdadera estrella es la comida. Cada plato llega a la mesa en tradicionales vaporeras de bambú, una presentación que invita a sumergirse en la experiencia y en la que el disfrute comienza con la sencilla, pero bonita presentación y el estupendo aroma que desprenden.

Con una sonrisa perenne, Xiaomiao gestiona todo el restaurante. Aunque en los intensos meses del verano marbellí sí ha contado con ayuda, la llegada del otoño la ha devuelto a encargarse sola de cada detalle, desde la cocina hasta el servicio, sin ayuda ni complicaciones. Su pasión por la cocina se refleja en cada plato que sale. La frescura de los ingredientes y la autenticidad de las recetas son la base de su oferta.

El menú, según nos contó, sufrirá pequeños cambios pronto para hacer algunos ajustes y de paso adaptarse a las estaciones. Quizá los mochis de boniato sustituyan a los célebres de calabaza o convivan con ellos y el resto de los productos de otoño. Da gusto hablar con ella.

Entre las delicias que puedes encontrar están los siu mai de pollo, langostinos y verduras, así como los emblemáticos xia long bao. Las empanadillas caseras de cerdo y verduras son un verdadero festín, y las empanadillas de mariscos añaden un toque especial a la comanda. Riquísimas también las bolas de gambas crujientes, un buen juego de texturas y sabores. O las empanadillas de harina de arroz y verduras que tomamos Fuera de Carta, más grandes, con un relleno muy elegante y también más difíciles de elaborar.

Si al mirar la carta, no sabes por dónde empezar, te damos un consejo bien sencillo: céntrate en los dim sum caseros. Aunque todo está rico, son estos los que de verdad merecen el viaje.

Nos quedamos con ganas del pan bao relleno de cerdo y verduras, pero teniendo en cuenta las limitaciones gestionando ella sola y lo laboriosos que son de hacer es lógico que no todas las elaboraciones estén siempre disponibles. Ya tenemos excusa para volver.

De bebida, de momento, la cerveza, el agua y los refrescos mandan en esta pequeña taberna.

Comida: 4/5

Atención: 3/5

Ambiente: 3/5