Los bocatas “más calentitos” de Estepona, en el bar El Caliente

Los bocadillos. Esa amplia variedad de pan e ingredientes a elegir, que prácticamente nos ha acompañado toda una vida. El bocata del recreo, el de “vuelvo en cinco minutos, que voy a por un pitufo”, o el bocadillo de la merienda; siempre hay ... uno para cada ocasión. Pero, aún con el mismo producto, el sabor muchas veces depende de dónde te lo tomas .

Hay bares que no sólo se limitan a hacerlos de la manera tradicional, si no que buscan fusionar los productos de toda una vida entre dos panes. Las grandes creaciones no siempre están en los bares de renombre, sino que también están en nuestros bares de toda la vida.

Uno de ellos es el Bar El Caliente , situado en la calle Real 68, en Estepona . Un local que responde a la idea de “ ¿Por qué no fusionar diversos alimentos en un bocadillo?”. Una filosofía culinaria que plasman cada día en sus calentitos, que es como se conocen sus bocatas.

El servicio de este bar arranca a las 06.30 de la mañana, y desde primera hora ofrecen a sus clientes una amplia y rica oferta de desayunos. A cargo de Bar El Caliente está Javier Márquez, un esteponero cuya pasión por el mundo de la hostelería le viene de cuna.

Los orígenes de este bar se remontan a 1970, cuando el padre de Javier dejó de emigrar y decidió embarcarse en su nueva aventura: abrir un bar de desayunos y tapas en Estepona. “Ahí aprendí toda la dinámica del trabajo, pero cuando mi padre se jubiló, en 1983, decidí seguir con el negocio”, asegura Javier.

Y ahí fue cuando Márquez tomó la riendas y lo bautizó como El Caliente, en honor a su progenitor: “A mi padre le llamaban así en nuestra familia”, recuerda. Javier cambió la dinámica del local e introdujo nuevos productos como la carne mechá y las cremas de roquefort en los bocadillos. Además de otros tipos de crema, todo ello elaborado por él mismo: “Me gusta viajar y cocinar, y fusionar distintos sabores y productos en ellos”, nos cuenta.

Todo ello se complementa con los distintos tipos de panes que ofrecen , tanto cateto como integral, blancos, de centeno o de molde. Y de muchos tamaños: baguette, pitufo o bocadillos grandes: “Aparte de la variedad, los clientes pueden quitar y añadir lo que quieran a su bocadillo”, dice Márquez. Uno de sus triunfos se basa, sobre todo, en la materia prima con la que se hacen los bocadillos. Productos caseros y elaborados por ellos mismos: ”La manteca colorá la hago a la antigua usanza, con su tiempo de reposo y maceración de zurrapa; y eso se nota”, aclara Javier.

La fusión ha sido el éxito de este bar, que desde entonces amanece con una fiel clientela —procedente de todos los rincones—, que viene a por su calentito cada mañana. Aunque no se hagan emplatados de diseño, Javier tiene un objetivo y es llegar a todo tipo de público: “Con mis platos quiero llegar a clientes altos y bajos. Lo que me gusta es que vaya un producto de calidad y que encaje bien”, añade.

Y hay donde elegir. El Caliente cuenta con más de 80 elaboraciones, cada una supera a la anterior, pero sin duda hay uno que destaca con creces y es el bocadillo del chef. Un bocata hecho con carne mechá, queso manchego, crujiente de bacon, mayonesa y salsa de la casa: “Este bocata está entre los destacados, la salsa es una reducción del jugo de la carne”, afirma.

Javier es el que se encarga de hacer su producto estrella: la carne mechá. Una carne que elabora también por encargo y que es gran protagonista en sus bocadillos: “La carne mechá me la compran para llevar, es un producto que me ha dado mucho éxito”, añade.

Otro de los destacados es el Calentito Especial . Un bocadillo de jamón magro a la plancha, queso manchego, tomate, manteca rallada y huevo. Un plato que cuenta con historia propia: “Este es en honor a mi padre. En la calle era el apodo de mi familia, se les conocía como El Caliente”, recuerda.

La carta permite combinaciones infinitas, pero si buscas los más solicitados tranquilo… Bar El Caliente tiene una lista con ocho de los calentitos estrella. Además de los ya mencionados, encontramos el de codorniz. pollo en salsa, atún con misterio, entre otros. Y como no, no podían faltar los clásicos; como la catalana o el simple pitufo andaluz de aceite y tomate.

Pero nada de este éxito sería posible sin su fiel equipo: “Tengo un buen equipo. Hemos aumentado la plantilla, actualmente somos seis. Entre ellos mi hijo, que espero que siga con el negocio y ya seríamos la tercera generación”, dice.

El Caliente podría definirse como un  templo para amantes de los bocadillos en Estepona . Sus famosos calentitos deleitan y alegran la mañana a muchos de sus clientes. A pesar de la fusión e innovación de sabores, Javier se ha encargado de mantener la esencia de su progenitor en cada plato y rincón del lugar.  Tradición con toque de vanguardia, al alcance de todos .

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