Convento de las Mínimas, dulces que saben a gloria
Si algo no falta en Navidad son las bandejas de dulces. Ya sea en las reuniones con los familiares o con los amigos, la velada no puede acabar sin ese toque dulzón. Los polvorones, roscos de vinos, pestiños y una infinidad de variedades ... son los protagonistas de nuestras meriendas. La mayoría de estos son elaborados a mano en distintos obradores y confiterías, pero hay también muchos conventos de la provincia que abren sus tornos en estas fechas.
Las Carmelitas, Mínimas, Clarisas o Cistercienses son algunas de las órdenes religiosas malagueñas que elaboran —en estas fechas navideñas— algunos de los dulces que nos llegan a la mesa.
Conventos repartidos por toda la provincia, como en Antequera, Archidona, Coín, Ronda o la propia Málaga, en la que se lleva a cabo con mimo y tradición un amplio surtido de la más exquisita repostería malagueña.
Una de ellas es la orden de las Monjas Mínimas, en Archidona, que cuenta con un gran repertorio de dulces navideños tradicionales.
A un paso de la emblemática plaza Ochavada, se encuentra el Convento de las Mínimas de Archidona. El Convento de Jesús María fue fundado en 1551 por el Conde Ureña, para la orden de las Monjas Mínimas de San Francisco de Paula. Y aunque en la actualidad sigue habitado por estas, en la provincia se les conoce por sus dulces artesanales.
Las hermanas del convento se dedican a hacer dulces durante todo el año, aunque la actividad se intensifica por la cantidad de pedidos que nos llegan: “Sus pasteles saben a gloria”, cuentan sus consumidores.
La oferta de las Mínimas es bastante amplia, en el convento se elaboran desde polvo de batata; mostachones rellenos; roscos de San Francisco; quesitos de almendra, una de las especialidades de este monasterio; borrachuelos, pestiños; cortadillos; rosquillas fritas a besitos.
Pero, el más demandado es el aceitado que es similar al mantecado, aunque en lugar de grasa de cerdo se elabora con aceite de oliva. Este dulce se elabora con ingredientes de la zona, ya que el AOVE procede de la cooperativa La Purísima de Archidona. Otras de las opciones para comprar allí es el pez de Navidad, que se trata de un dulce de almendra y azúcar relleno de batata.
Sus dulces son 100% naturales, lo que quiere decir que no contienen ni conservantes ni aditivos.
Venta Online
Con la pandemia, los avances tecnológicos también llegaron al convento. Por ello, se han lanzado a crear su propia tienda online y al uso de las redes sociales como cauce de promoción.
La iniciativa de vender de manera online sus productos artesanos comenzó con el objetivo de recaudar fondos para contribuir a la restauración de la torre del monasterio. En diciembre de 2020, la torre del templo— que cuenta con más de dos siglos de antigüedad— sufrió su segundo desprendimiento.
Por ello, parte del dinero que se recauda se destina a la reconstrucción de este, al mantenimiento del monasterio y a otras obras de caridad para los más necesitados. La tienda online se ha convertido en todo un éxito , de hecho por estas fechas casi todos sus productos están agotados. La compra de estos dulces, se debe hacer desde la página web del convento: https://www.minimasarchidona.org/tienda/ .
Los pedidos tardan entre 24 y 48 horas, y se aceptan hasta pedidos máximos de 15 kilos. Además de la venta online, se pueden comprar alrededor del templo (calle Nueva, 39), Monasterio de Santa Eufemia (Antequera) y exposición de dulces de la Casa de Acogida de los Hermanos de San Juan de Dios (Málaga).
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