Los secretos de … los roscos de vino de la Framancha
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Iniciar sesiónLa llegada de diciembre solo puede significar una cosa, y es que oficialmente entramos en la temporada de Navidad. Y con ella viene un sinfín de productos tradicionales, que pasan inevitablemente por los típicos roscos de vino . Son muchos los obradores que ... hacen estos roscos, pero los más conocidos en la provincia son los de la Framancha.
En la calle Fuente, en un pequeño local del pueblo de Monda, se encuentra la Framancha. Esta pequeña empresa familiar se dedica, desde hace seis décadas, a la elaboración artesanal de pan y dulces tradicionales de temporada y navideños.
Las creaciones del obrador —propiedad de la familia Mancha— responden a las recetas más populares del lugar, conservando su auténtico sabor. Entre ellos, destacan los borrachuelos y mantecados, pero sobre todo sus roscos de vino Moscatel o “roscos Mancha” ; convirtiéndose estos últimos en sus productos estrella.
Los orígenes de esta confitería datan de 1962 cuando Juan Mancha y Francisco Mancha —padre e hijo— deciden comprar una antigua panadería que había en el pueblo y que ya funcionaba en tiempos de la guerra civil. En sus inicios, este obrador solo se dedicaba a hacer pan, pero con el paso de los años se les ocurrió la idea de montar una fábrica de dulces típicos. Fue así como en los años 70, se constituyó esta pequeña fábrica de unos 230 metros cuadrados.
Actualmente son los nietos de Juan Mancha los que dirigen este negocio. Francisco Javier y Manuel Urbano Mancha, el primero como panadero y el último como repostero. Un lugar donde, en cada recoveco, se esconde una historia. Desde que su abuelo abriese la fábrica, la familia la ha mantenido durante tres generaciones. Los hermanos Urbano se han criado entre harinas y mantecados: “Recuerdo meter el chupete en el azúcar”, afirma Manuel Urbano.
En la Framancha se elabora un amplio surtido amplio de dulces : roscos de almendra, de anís, sin azúcar, con menos azúcar o con chocolate . También alfajores, polvorones, mantecados y hojaldrinas de naranja y limón.
Pero lo que nos ha traído hasta aquí son sus conocidos roscos de vino Moscatel, que triunfan allá donde van.
Roscos Mancha
En las calles del pueblo saben cuando ha llegado la temporada de los roscos, porque el olor impregna toda la calle. Los roscos Mancha son conocidos por toda la provincia y fuera de ella: “Aquí viene gente de Sevilla, Córdoba y Cádiz. Vienen de todos lados buscando productos concretos”, manifiesta Manuel.
La jornada de producción comienza a finales de septiembre y principios de octubre. Ahí es cuando arranca la maquinaria de la Framancha y acaba un día antes de la lotería de Navidad: “El 22 de diciembre estamos ya pensando en la lotería y en sí nos ha tocado un pellizco”, bromean.
Pero, ¿Qué tienen de especial estos dulces navideños? Entramos en la fábrica con los hermanos Urbano para descubrirlo.
Todo maestrillo tiene su librillo y el secreto de estos roscos se debe a la calidad de sus ingredientes : “Aparte de la harina de trigo y el vino, la manteca de cerdo es de Jabugo y la canela es de la India. No nos importa gastar un poco más mientras sean productos de calidad”, aseguran.
La producción comienza en torno a las diez de la mañana. Durante las campañas se amplía la plantilla con seis trabajadoras: “Las mujeres que trabajan aquí tienen hijos e intentamos que haya una conciliación laboral”, dice Manuel. Lo que más se vende y pide son los roscos de vino, ya que 6 de cada 10 kilos que salen de aquí son de estos. Pero, el catálogo de la Framancha es amplio y también se hacen otros dulces típicos de la época. Sus borrachuelos son conocidos como “el Ferrero Rocher de Monda”, y se fríen en Aceite de Oliva Virgen Extra.
En un turno en la Framancha se llegan a hacer de 30.000 a 35.000 mil piezas al día, lo que se traduce en un millón de roscos al mes en temporada alta. “Ahora producimos mucho más, antes no teníamos esta maquinaria y se tenía que hacer todo de forma manual”, afirma Manuel.
Pero, aunque cuenten con maquinaria de última generación, hay elaboraciones que una máquina no puede hacer: “Los borrachuelos y los alfajores se hacen a mano, porque la máquina no puede hacer la forma. Las máquinas a veces no pueden sustituir a un hombre en todo”.
Distribución
Las máquinas de la Framancha empaquetan 200 roscos por un minuto. Sus roscos, y demás dulces, se distribuyen por los grandes almacenes de la provincia: “Uno de nuestros grandes clientes es El Corte Inglés de Málaga y Marbella” , subrayan.
Los hermanos Urbano también los venden en la tienda de la fábrica, que abre los fines de semana, sobre todo los domingos de 11:00 a 14:00 horas: “Cuando entra la gente se vuelve loca aquí”, cuentan.
A pesar del paso de los años, Francisco Javier y Manuel, han salvaguardado las recetas y tradiciones de toda una vida, guiados por los valores les han sido inculcados.
El éxito de estos roscos se debe a la calidad y al “amor y tiempo” que les dedican. El objetivo de los hermanos Urbano es “que quien escuche Monda, lo asocie con los roscos”. Un objetivo que se ha cumplido con el paso de los años.
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