El grupo Cabezas Carmona inaugura 'Hacienda de Santa María' en lo que fue 'El mirador de El Caballo Rojo'

El grupo Cabezas Carmona, responsables de Casa Pepe, Casa Rubio o Taberna nº 10 , ha inaugurado su nuevo establecimiento, la Hacienda de Santa María (Carretera de las Ermitas, 101), lugar que fue El Mirador del Caballo Rojo. De esta forma, la empresa sigue un periodo de expansión que surgió a raíz del confinamiento del año pasado, cuando la excelente acogida del servicio de comida a domicilio Pepe en tu Casa dio paso a nuevas ideas adaptas a la demanda de los clientes, por lo que poco tiempo después surgía el cáterin La Convitería.

Precisamente la Hacienda de Santa María se convierte, como explica el responsable del grupo, Miguel Cabezas, en la cocina de producción de La Convitería. «Nosotros llevábamos años persiguiendo un local así porque resulta imposible en la Judería dividir el trabajo de la cocina para proyectos tan distintos», explica Cabezas recordando precisamente que cuando empezó a trabajar el germen de Pepe en Tu Casa todo se hacía desde Pepe de la Judería. Finalmente, sobre todo cuando las restricciones fueron cesando, se comprobó que tenía que buscar un lugar específico, en aquel caso un local en la avenida de Guerrita. Ahora es La Convitería la que cuenta con un lugar perfectamente adecuado a sus necesidades.

Pero además La Convitería tiene una vertiente formativa. «Sabemos desde hace años que no vamos a encontrar personal salvo que buscásemos fórmulas nuevas», especifica el responsable del grupo. Por ese motivo presentaron recientemente el II Curso de Iniciación a la Hostelería , proyecto inclusivo que parte de la parroquia de la Asunción, del Parque Figueroa, que se ocupa de entrevistar y seleccionar a los candidatos. «La personas que vienen a ese curso están contratadas y aseguradas como si estuvieran trabajando, ahora tendrán otro lugar para hacer sus prácticas».

Igualmente las nuevas instalaciones se dedican a los eventos. De hecho antes de la inauguración oficial, que tuvo lugar el pasado viernes, han contado con varios. Como detalla Miguel Cabezas el lugar cuenta con un salón divisible mediante separadores que en total puede albergar a 375 personas y unos jardines que tienen un aforo de entre 600 y 700 comensales .

El responsable de este grupo hostelero ha responsabilizado al buen hacer y dedicación de su personal el hecho de que la empresa esté creciendo de forma notable en tiempos tan difíciles, pues considera que todos se han volcado ante la situación. «Mi esposa Lola y yo hemos vista tal entrega del personal que teníamos también que poner ese talento en valor, así que durante la crisis sanitaria vimos que la respuesta era reinventarse y apostar por todo aquello que se ha ido forjando durante años».