En la plaza de toros de Los Califas
Qué puedes comer en la Cata de Vino de Córdoba 2023
En el evento participan seis restaurantes de la capital y provincia que ofrecen tapas y platos de cocina tradicional
Sara S. Conde
La Cata del Vino Montilla-Moriles 2023 continúa celebrando su XXXVIII edición en la Plaza de Toros de Córdoba: un espacio donde se pueden degustar los caldos de la Denominación de Origen y también acompañar los mismos con tapas y platos de la cocina tradicional. ... Este año participan seis restaurantes, que han traído al recinto taurino propuestas desenfadadas, para compartir entre amigos.
Bodegas Campos , por ejemplo, ha diseñado una propuesta para la cata dividida en tres bloques. El primero, puramente cordobés con una selección de ibéricos del Valle de los Pedroches como jamón de Diego López, caña de lomo y queso de Fuenteovejuna. El segundo incluye platos más elaborados vinculados a los vinos de Montilla-moriles, como las albóndigas en salsa de fino o las croquetas de puchero andaluz. Y el tercero está destinado al público joven, con fuentes de montaditos cordobeses que tienen un punto de vino, como el de pringá con mahonesa de oloroso de Pérez Barquero.
Otro clásico de la gastronomía cordobesa presente en la cata es Casa Pepe de la Judería , que ha traído al evento comida tradicional, como su espectacular salmorejo, las croquetas cremosas de puchero o el churrasco de solomillo ibérico de bellota y salsa al brandy. Además, cuenta con un cortador de jamón, para preparar el plato al momento.
Taberna la Montillana , que lleva acudiendo a la Cata del Vino desde 2009, ha preparado un menú especial que incluye sus famosas alcachofas fritas; la mazamorra de almendras, mango y atún, o las berenjenas fritas con queso de Zuheros y miel de Montoro. Aunque los platos más solicitados son el choco en adobo y el montadito de pringá. Su jefe de cocina, Antonio Jiménez, ha diseñado una propuesta para todos los gustos, fácil de compartir y pensada para maridar con los vinos de la tierra.
En Misa de 12 han pensado también en el maridaje. De hecho, es el único de los seis restaurantes que participan en la cata que ha traído postre: unos deliciosos pestiños que combinan estupendamente con los Pedro Ximénez que tienen las bodegas. También han traído clásicos del establecimiento, como la ensaladilla rusa de la casa o los torreznos, que suelen tener como sugerencia, además de sus montaditos de pringá. Y en una cita como ésta, no podía faltar el pescaíto frito.
Otra buena opción la encontramos en el asador Río Grande , que está triunfando con el gran flamenquín de lomo y jamón, estupendo para compartir. El cochifrito a dos temperaturas del Valle de los Pedroches, las croquetas de rabo de toro y las puntas de solomillo tampoco dejan de salir.
Para abrir boca o acompañar un buen vino, podemos pasar por La Lonja del Marisco , establecimiento de Montilla especializado en pescado fresco y que cuenta con cocedero propio, que tiene platos de gamba de Huelva y de langostinos de Sanlúcar, perfectos con una copa de fino.
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