Planes para saborear Córdoba en el puente del Día de Andalucía

A tan sólo unos pasos de La Plaza de Las Tendillas (Calle Diego de León, 6) podrán desayunar unos churros recién hechos . es posible acompañarlos de un chocolate caliente, zumos o de cualquiera de las combinaciones de cafés que ofrece el local. Sus bocadillos también son un gran reclamo para los que prefieran opciones saladas. Quienes acudan se encontrarán con clientes de naturaleza eminentemente familiar o trabajadores de las oficinas y negocios aledaños.

Es la cadena de pastelerías más famosa de la ciudad. Para quienes estén por el centro, su sede de la Calle Concepción, 18, puede resultar un magnífico enclave para coger fuerzas antes de iniciar una jornada de shopping. Sus habituales no pueden resistirse a la bollería recién hecha, especialmente a los croissants. De su horno también salen panes de la más variada índole. De ahí su amplio surtido de tostadas (normales, integrales, de cereales o el típico mollete andaluz) aderezado con jamón, tomate, aceite de oliva virgen o bien mantequilla casera y mermelada. Pueden acompañarse con chocolate, café, zumo recién exprimido o alguna de sus variedades de té. Para los más golosos, sus dulces o alguna porción de tarta de la casa. Podrán degustar el desayuno bien en su interior o en su amplia terraza con vistas al Paseo de la Victoria.

Su nombre aparece en todas las guías de viajes. No hay visitante o foráneo que no haga un alto en la Calle Magistral González Francés, 3.  Es toda una experiencia paladear una ración de su imponente tortilla de patatas acompañada de una refrescante caña de cerveza sentado en los aledaños de la Mezquita-Catedral. El local es minúsculo pero sus productos son sobresalientes. En la primavera cordobesa y días de fiesta de todo el año, es fácil ver cómo la cola da la vuelta a la manzana.

Un espacio gastronómico gourmet (Paseo de la Victoria s/n) que aúna lo más representativo de la gastronomía cordobesa con algunos ejemplos de la cocina internacional. Famosa es su Salmoreteca, donde se reinterpreta con una visión actual y acertada el clásico cordobés. En los demás puestos pueden adquirirse desde molletes calentitos combinados con embutidos ibéricos, carnes a la brasa, encurtidos, platos de cuchara, hamburguesas, flamenquines o recetas a base de pescado fresco.

La comida japonesa, mexicana o italiana también tiene representación. Y para acompañar, dispone de vinotecas, cervecerías y zona de copas para quienes quieran prolongar la visita, con posibilidad, además de degustar café y dulces.

Este rinconcito lleno de encanto está ubicado en la Calle José Cruz Conde, 1. Su decoración les transportará al ambiente de las heladerías europeas más elegantes. Pero, sin duda, lo mejor es su producto: helado realizado artesanalmente durante todo el año, caracterizado por su cremosidad y por estar elaborado con ingredientes naturales. Variedades como el helado de donut, el de chocolate con naranja, el de vainilla de Tahití o el de coco son razones más que suficientes para visitar una de las arterias comerciales de la ciudad. Igualmente destacable es la calidad de su café, así como su selección de confitería artesana.

En pleno corazón financiero, Avenida de Gran Capitan, 32, Bajo, encontramos este  «oasis» del afterwork. Su terraza es una de las más concurrida entre la «gente guapa» de la ciudad. Está ubicada en el Patio Interior del Colegio de Arquitectos de Córdoba y decorada con motivos de corte modernista. Su horario es bien amplio ya que es posible desayunar, tomar el aperitivo o bien degustar un combinado a la salida del trabajo o tras una cena en uno de los múltiples restaurantes vecinos. Igualmente recomendable , su cappuccino, uno de los mejores de la ciudad.

Es el restaurante del Hotel Balcón de Córdoba (Calle Encarnación, 8) . Sin duda, almorzar o cenar en su terraza significa disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de Córdoba y de una experiencia única.

Pairi Daeza es una antigua expresión iraní que hace referencia a un jardín o una arboleda entre las paredes: Un lugar de paz, de la alegría y del maravilloso refugio, donde celebrar la belleza de la vida lejos del ruido de la moderna mundo.

El restaurante ofrece una carta que refleja la historia culinaria de la ciudad, fusión entre las culturas andaluza y mediterránea.

Cuentan con una amplia selección de vinos, con la que poder apreciar las texturas y sabores de su cocina.

Después de dar un bonito paseo por La Cuesta del Bailío y la Plaza de Capuchinos, lo mejor es recalar en este templo de la gastronomía local situado en la Calle Conde de Torres Cabrera, 7. Cocina cordobesa, clásica y actual, entre las paredes de la antigua casa de la Marquesa de Valdeloro, un edificio de raíces andaluzas que conserva su patio, los zócalos de azulejos y una belleza atemporal. Su terraza es de los lugares más románticos para degustar una magnífica cena en compañía. ¿Su especialidad? En su carta, destacan los platos de pescado, elaborado en diferentes texturas. 

Los amantes de la buena coctelería deben salirse un poco del centro de Córdoba para disfrutar de sus celebradas elaboraciones de autor. Una vez que traspase sus puertas (Calle Escultor Fernández Márquez, 9) lo mejor es dejarse llevar por las sugerencias del maestro coctelero José Ropero. Además, Glacé ofrece una magnífica carta de cafés, así como helado durante todo el año.   La decoración del local es toda una declaración de intenciones: fundido en blanco, negro y aluminio, con un estilo basado en el diseño de los minimalistas años 70.