Bodegas Robles presenta «Oh!» , el primer vino naranja de Montilla-Moriles

'Oh' es una reinterpretación de los métodos ancestrales de vinificación, donde la piel de la uva no se separa durante la fermentación. Este proceso le confiere al vino su característico color rosado pálido, además de aromas complejos y una estructura que recuerda a los vinos tintos. Siguiendo la filosofía de mínima intervención, Bodegas Robles busca resaltar la expresión natural de la uva Pedro Ximénez.

«Con 'Oh', hemos explorado nuevas posibilidades para la Pedro Ximénez», explica Francisco Robles, gerente de la bodega, durante la presentación. «Esta vendimia temprana nos ha permitido elaborar un vino fresco, ágil y con un carácter único. Es un homenaje a nuestras raíces, recuperando el espíritu de los vinos ancestrales».

Rocío Márquez, enóloga de la bodega, resalta la sorpresa que 'Oh' genera en quienes lo prueban, ya que desafía las expectativas sobre los vinos de la región. «Es un vino que rompe con los esquemas tradicionales, un blanco con alma de tinto, ancestral y a la vez muy contemporáneo». «Con 'Oh' invitamos a descubrir una nueva faceta de la uva Pedro Ximénez, expresada a través de una elaboración milenaria que resalta su frescura y complejidad aromática».

En la copa, 'Oh' se presenta con un atractivo color rosado pálido. En nariz, sorprende con aromas a frutas frescas como manzana, pera y piña, con el característico toque goloso de la Pedro Ximénez. En boca, destaca por su acidez marcada, una ligera sensación tánica, notas de caramelo provenientes de las pepitas y un final salino y persistente.

La presentación de 'Oh' se llevó a cabo el 30 de septiembre en el Centro de Recepción de Visitantes de Córdoba, con la asistencia de profesionales de la hostelería, autoridades y medios de comunicación. El nuevo vino naranja de Bodegas Robles fue recibido con curiosidad, al inicio, y creciente sorpresa a medida que los asistentes descubrían su frescura y elegancia. La experiencia resultó toda una revelación para muchos, confirmando la capacidad de Bodegas Robles para reinterpretar la tradición y aventurarse en nuevos territorios sensoriales, un camino que, sin duda, seguirá explorando en el futuro.