La gran boda de Jorge Romanov y Rebecca Bettarini
Los novios se han dado el 'sí, quiero' en la catedral de San Isaac en San Petersburgo ante más de 500 invitados
Una boda de ensueño, trufada de tradiciones y sobre todo, la primera con apellido Romanov en un siglo. Jorge Romanov , el hijo de la gran duquesa María Vladimirovna Romanova y del príncipe Francisco Guillermo de Prusia, y la escritora Rebecca Bettarini se han casado en la catedral de San Isaac de San Petersburgo , en una fastuosa ceremonia ortodoxa oficiada ante más de 500 invitados procedentes de la aristocracia y la realeza. El pasado fin de semana ya se dieron el 'sí, quiero' por lo civil, en el ayuntamiento de Moscú.
A las once de la mañana comenzaban a llegar los primeros invitados a la catedral ante una gran expectación de fotógrafos y curiosos. La novia entró del brazo de su padre, Roberto Bettarini . Le acompañaban las damas de honor Beatrice y Veronica Scheda, hijas de su prima, Giulia Cacciatore.
Para la boda religiosa, Jorge Romanov (40 años) optó por un tradicional chaqué de tres piezas con chaqueta negra, pantalón gris medio y chaleco dorado con botonadura central. Rebecca (30 años) lució un traje diseñado y confeccionado por la artista libanesa Reem Acra . Una pieza única de manga larga, con cuello redondo y una enorme cola de seis metros. Como joya ha destacado la tiara Lacis , creada recientemente por Chaumet, es una revisión moderna de la forma del tradicional kokoshnik ruso, que se eleva para evocar el volumen de una vela soplada por el viento. Un homenaje a la base naval de San Petersburgo, donde sirve el Gran Duque Jorge Mijáilovich, heredero de los Romanov.
Tras el 'sí, quiero' en la catedral, la celebración se trasladará al Museo Etnográfico ruso en San Petersburgo para ofrecer una cena de gala. Se servirá un menú centrado en la gastronomía rusa, acompañdo con vinos italianos y champán francés. Mañana, como despedida, tendrá lugar un brunch de estilo ruso en el Palacio Constantine.
La expectación y el despliegue obedece a que se trata de la primera boda Romanov en un siglo. La última pareja en casarse fue el príncipe Andrei Alexandrovich de Rusia y Elisabetta di Sasso-Ruffo en junio de 1918.
Antes de contrer matrimonio, Rebecca Bettarini, hija del embajador de Italia Roberto Battarin, se convirtió a la fe ortodoxa con el nombre de Victoria Romanova , de acuerdo con el comunicado difundido por la cancillería de la jefa de la Casa Imperial rusa.
La lista de invitados ha sido una de las grandes incógnitas de esta boda, por motivos de seguridad. Anoche ya empezaba a desvelarse el misterio tras la celebración de una recepción previa a la boda, ofrecida en el en el Palacio del Gran Príncipe Vladimir, donde se reunieron Luis Alfonso de Borbón, Margarita Vargas, Manuel Filiberto de Saboya, Aimon de Saboya o el príncipe Leka de Albania.
Al enlace también estaban invitados Don Juan Carlos y Doña Sofía, puesto que fueron los padrinos de bautismo de Jorge Romanov, aunque no han acudido.
Aunque se conocían desde la adolescencia, Jorge Romanov y Rebecca afianzaron sus lazos en 2013 durante una fiesta en la embajada de Francia en Bruselas , donde los dos trabajaban en sus respectivas consultorías representando empresas ante la Unión Europea. A la escritora le conquistó del Gran Duque su simpatía, «buen espíritu» y que es «una persona de gran corazón»: «Su generosidad es su característica más evidente, junto a sus modales impecables de gentleman de otra época» . De su marido destacaba su «humildad» y que «siempre escucha a los demás», declaraba en una reciente entrevista con ABC.
Aunque mantienen su casa en Bélgica por motivos profesionales, hace tres años se instalaron en Moscú. Él es el primer Romanov que ha vuelto a residir en Rusia tras el exilio.
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