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El Príncipe Guillermo afirma que la paternidad lo ha vuelto más sensible

El Duque de Cambridge y su hermano Enrique hablan sobre su padre en un documental que se emite hoy

AFP

LUIS VENTOSO

El accidente de Diana en agosto de 1996 , en un túnel de París junto a su amante y que le costó la vida con solo 36 años , fue un serio trauma para la monarquía británica y un cataclismo en la vida personal de sus hijos. Guillermo tenía entonces 15 años y Enrique , 13 . La tragedia causó fricciones entre los huérfanos y el Príncipe Carlos , al que se acusó de utilizarlos en una operación de imagen para blanquear la figura de Camilla. Pero hoy aquellos días luctuosos quedan lejos. Padre e hijos muestran una relación afectuosa y simpática en un documental que emitirá esta noche la cadena privada ITV, con motivo de los 40 años de la Prince’s Trust , la fundación del Príncipe de Gales que ha ayudado a 825.000 jóvenes con problemas.

Durante un año, los cómicos Ant y Dec han seguido al Príncipe Carlos y han tenido ocasión de hablar con él . El fruto del largo reportaje se emite a las nueve de esta noche. Sus hijos Guillermo y Harry, en mangas de camisa y con tono desenfadado , hablan sobre su padre en términos elogiosos. El Príncipe Guillermo, de 33 años, padre del pequeño Jorge en julio de 2013 y de Carlota el pasado mayo , explica además que a él que la paternidad lo ha cambiado: «Es extraño, soy una persona mucho más sensible de lo que era . No solía preocuparme por las cosas, pero ahora lo hago hasta por las más pequeñas. Al ser padre te das cuenta de lo preciosa que es la vida y lo pones todo en perspectiva, por ejemplo la idea de no poder ver crecer a tus hijos, y cosas así». El Duque de Cambridge confiesa también que ahora llora con más facilidad .

Por su parte Enrique, de 31 años, de conocido pasado tarambana , destaca que siempre tuvo en su padre un apoyo cuando se metió en líos: «Realmente lo puedes llamar y decir: ‘Estoy metido en un pequeño jaleo’, E incluso mejor, puedes desahogarte con él».

Tras destacar la tarea filantrópica de su padre , no dejan de comentar las peculiaridades de Carlos, que cuando eran adolescentes lo convertían a veces en una figura embarazosa. Guillermo cuenta que en sus funciones teatrales de la escuela, el Príncipe de Gales era famoso por reírse a destiempo , «con cosas que solo le hacían gracia a él».

Carlos, según sus hijos, «no es nada tecnológico». Cuando estudiaban en el exclusivo internado de Eton , vivero de la élite dirigente británica, el Príncipe de Gales se dirigía a ellos con largas cartas , en lugar de llamarlos por teléfono o enviarles un mensaje de móvil. Carlos es conocido en el Reino Unido por su difícil caligrafía . Sus controvertidas misivas manuscritas inmiscuyéndose en asuntos del Gobierno de Blair fueron apodadas por ello «la cartas de la araña negra». La justicia obligó al final a publicarlas, en un revés para su deber constitucional de neutralidad . Guillermo y Enrique reconocen que a veces eran tan ilegibles que se las intercambiaban para descifrarlas . Creen que parte del problema radica en que su padre las escribe muy tarde, pasadas las doce de la noche.

Pese a ser un personaje atípico en el mundo de la realeza, por sus pioneras inquietudes medioambientales , sociales y en defensa del legado artístico, lo cierto es que el tiempo ha ido dando la razón a Carlos . Prince’s Trust ayuda cada año con casi cien millones de euros a unos 50.000 jóvenes con problemas de empleo , de integración social o que han tenido fricciones con la ley. En cuanto a su pasión por la agricultura ecológica, hoy supone un boyante negocio, cuyos beneficios dedica a sus obras sociales. La marca de agricultura ecológica del Príncipe se llama Duchy Originals, y comenzó como un modo de dar salida a la producción de las enormes fincas que ha heredado. Pero en la actualidad se ha asociado con los supermercados Waitrose y la marca, que da nombre a leche, mermeladas y vegetales, se ha convertido en un emporio alimenticio.

En el documental, Carlos alude a los días en que sus ideas verdes y sociales eran objeto de un cierto recochineo . Hablando de la fundación de ayuda a los jóvenes, comenta que «es como la historia de mi vida, me enfrentaba a un montón de gente que no lo veía». La que sí lo ve es Camilla de Cornualles , que habla en el reportaje para ensalzar «la increíble energía» de su marido en sus organizaciones filantrópicas y se declara «realmente orgullosa».

Cuando se lo preguntan repentinamente, el Príncipe se muestra dispuesto a cambiar un pañal a la princesa Carlota , su primera nieta: «No he hecho el curso de cambiar pañales, pero una vez en la cancha seguro que podría». Fiel a sus aficiones, el eterno aspirante al trono despide a los presentadores Ant y Dec diciéndoles que antes de irse, si lo desean, pueden tomarse una copa .

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