San Pedro Nolasco: el fruto de la conexión entre colegio y parroquia

El párroco, P. Mariano Cano Galindo, que es al mismo tiempo director del colegio, me recibe en medio de la refriega propia de un director. La comunidad de religiosos Mercedarios, nueve miembros, con una media de edad alta, atiende, por tanto, al colegio y a la parroquia. El P. Shiju Xavier Kuzhipparambu, según la transcripción de la guía diocesana, es quien ayuda al párroco como vicario, aunque el resto de los padres echen una mano, que son muchas manos. Comencemos por la historia, la de los Mercedarios descalzos, que no hay que confundir con los calzados, y del colegio-parroquia .

En 1218 el joven sacerdote barcelonés Pedro Nolasco, inspirado por la Virgen María, fundará una Orden Religiosa con dedicación primordial a la liberación de los cautivos. Tras la fundación de la Orden, se produce una época de crecimiento, Andalucía, Castilla y León, Sicilia (Italia)… En el año de 1600, cuatro frailes inician un camino de reforma y vuelta a la regla original y al camino de austeridad, mudando el hábito por un tejido más basto y cambiando sus zapatos por unas sandalias, es decir, descalzándose. Surge así en 1622, de la mano de Fray Juan González de San Bautista , la Orden de los PP. Mercedarios Descalzos, con origen en el convento de la Almoraima (Cádiz). En 1886 la reforma mercedaria aparecerá con nueva casa en Toro (Zamora) y nuevos conventos, colegios, escuelas profesionales y parroquias en diferentes zonas de Sevilla y Guipúzcoa.

Respecto al colegio, los datos básicos son los siguientes: siendo el P. Pablo Cuadrado Gallego Superior General de la Orden, en 1964, decidió la construcción de un colegio de enseñanza primaria y media en Madrid. Después de buscar varios emplazamientos en lugares que hoy definiríamos como «periferias», se optó por un barrio del sur: la Ciudad de los Ángeles , dado que había solo unas pequeñas escuelas y carecía de Iglesia. El 15 de octubre de 1996 se abren por primera vez las puertas a unos 800 alumnos.

Según el P. Mariano, la parroquia de San Pedro Nolasco, en continuidad con el carisma de los Mercedarios, que habla de la liberación, quiere ser una parroquia que salga al encuentro de los alejados. « Nos preguntamos cómo hacernos presente en medio del mundo, de las personas que no se acercan a la Iglesia y que no quieren saber nada», señala el párroco. Además de las celebraciones y de las catequesis, las actividades de la parroquia, cuyo templo se caracteriza por la amplitud, están ligadas también a la pastoral del colegio.

Por eso están preparando, de nuevo, el campamento que aglutina a un buen número de familias. Cáritas es otro de los puntales de la vida parroquial. Además de la acogida cuenta con un ropero. Atiende a una media de 34 familias, en un proceso riguroso de seguimiento y atención personalizada. Respecto a la religiosidad popular de la parroquia hay que destacar las fiestas de Nuestra Señora de la Merced y de san Pedro Nolasco, días propios de la Orden de los Mercedarios. Una Orden sabedora del camino de la liberación, que es también un camino de educación integral de las nuevas generaciones.