Pedro Puy, hospitalizado tras sufrir un «episodio cardíaco severo» en plena sesión de investidura

La última parte del discurso de Puy había concentrado las más afiladas andanadas a la oposición. O más bien, «oposiciones», dos en una, como se ha ido encargando de subrayar a lo largo de su intervención el portavoz del Grupo Popular, Pedro Puy, en la segunda jornada del debate de investidura en el Parlamento gallego. A BNG y PSdeG, Ana Pontón y Luis Álvarez, les ha acusado de intentar «distorsionar el debate» al aprovechar la investidura de Alfonso Rueda para « exponer sus propios programas », que no han sido convalidados en las urnas. «Pontón llegó tan a fondo que pensé que nos iba a anunciar que el señor [Néstor] Rego iba a ser el próximo ministro de asuntos exteriores de la comunidad autónoma de Galicia». Frente a la izquierda gallega, que con esta actitud, ha asegurado, lo que hace es exponer su «debilidad», el discurso de Rueda del martes «evidencia la fortaleza del PP y del candidato».

Puy ha tirado de retranca para comparar el modus operandi de Pontón y Álvarez con lo que «hacen esos invitados o parientes lejanos, que están invitados a una boda y tratan de robarle el protagonismo a quien lo tiene , que es la pareja que se casa». Una crítica que ya asomó en labios de Puy el martes, tras tomar la palabra después de Pontón, quien ya entonces aprovechó la coyuntura para lanzar mensajes presidencialistas. Y al utilizar de esta forma el debate de investidura, ha remarcado, lo que hacen, «claramente», tanto como BNG y PSdeG, es mostrar «debilidad», que se pone de manifiesto con «ataques personales» a Rueda, pero también al revelar la «inexistencia, en sentido literal, de una alternativa».

Para más inri, ha dicho, fueron no uno, sino dos los programas alternativos expuestos este jueves, y «además perfectamente incompatibles entre sí », de lo energético al cupo foral o el mismísimo soberanismo, o en lo referente a la OTAN o el escándalo de espionaje con Pegasus. Ninguna coincidencia, ha desnudado Puy. Más aún, nacionalistas y socialistas «saben» que esos programas lanzados «aprovechando una investidura ajena», ninguno de ellos sería el que llevaría un candidato a un imaginario debate de investidura, aunque juntos gozasen de la mayoría necesaria.

Y esto reduce la escenificación de este jueves, ha cerrado, a «una competición por ver quién encabezaría una hipotética alternativa, pero sin aplicación práctica: las propuestas, ha remachado, son « claramente irrealizables », y ni BNG ni PSdeG explican de dónde saldría el presupuesto para financiar sus ideas.

Rueda, en cambio, llega avalado por la «fortaleza» que otorgan 13 años en el poder, con cuatro mayorías absolutas, así como la «unión en torno a ideas moderadas, galeguistas y reformistas» que impregnaron el discurso de Rueda del martes. Una unión, ha apostillado, que en la oposición «son incapaces siquiera de comprender». Fortaleza, por último, que emana de unas «propuestas realistas, enmarcadas en la ilusionante tarea» que afronta el futuro presidente de la Xunta, cuya «tarea» consistirá en lograr una Galicia «mejor para vivir».

Para Puy, la «mejor parte» del discurso fue la reivindicación del legado de la 'era Feijóo' , enlazando la traea realizada con la que está por venir. También ha dedicado unas palabras al aún presidente en funciones, de quien ha reivindicado que seguirá defendiendo los intereses de Galicia desde su nuevo cometido, frente al rechazo de la oposición, la única que no ve que será beneficioso para la Comunidad contar con este activo.

Previamente, en el arranque, ha dedicado Puy buena parte de su intervención a censurar que la oposición lance sobre Rueda la sombra de la «ilegitimidad» de su nombramiento. Para el portavoz popular, esto obedece o bien a no entender el sistema o, lo que «sería peor», a un afán por « socavarlo intencionadamente ante la opinión pública ».

«Sabemos que reúnes los conocimientos, la experiencia, la voluntad y el talante precisos para darle continuidad al proyecto inacabable de hacer de Galicia un país mejor», ha cerrado Puy dirigiéndose a Rueda, de quien ha asegurado que «una de las mejores herencias que recibe», es la «estabilidad institucional», la «normalidad» que no se da en otras regiones, fruto de la gestión de estos 13 años. «Vas a dar lo mejor de ti para conseguirlo, para estar a la altura , como sabemos que estarás, de las exigencias» que conlleva su nuevo cargo, ha asegurado el portavoz tras garantizarle a Rueda «el apoyo y la lealtad» del grupo parlamentario popular.

Miguel Tellado, al suplir a Pedro Puy en el segundo turno, ha cerrado con las palabras que tenía preparadas el portavoz, dejando constancia de que «Galicia es una tarea permanente, una tarea inconclusa que requiere del trabajo de todos », oposición incluida. A este le ha dicho Tellado, en un cambio de registro palpable, que sus intervenciones resultaron «francamente lamentables», sin propuestas y obcecados en una «oposición fracasada».

El viceportavoz popular ha abogado por «seguir trabajando en la senda iniciada en las últimas legislaturas», con la «ilusión» que inyecta la «nueva etapa» encabezada por Rueda. Tellado ha defendido que «hay proyecto, hay balance de gestión, hay equipo» y « hay presidente para Galicia ». Hay, también, «un gobierno único y un gobierno unido», frente al cual «hay oposición, pero no hay alternativa» con una izquierda «bien dividida».

Tellado ha rebatido que Rueda «va a tener la misma legitimidad que tuvo el presidente Feijóo , exactamente la misma», en respuesta a una oposición de la que ha criticado, por un lado, el «sucursalismo» del PSdeG, que se dedica «permanentemente a defender al Gobierno de Sánchez»; y un BNG que acusa al candidato de llegar a la Xunta «de rebote» cuando «hacen política de rebotados (...) en contra de todo».

El popular ha 'hecho sangre' especialmente con Pontón, de quien ha recordado que «18 años lleva en la Cámara de derrota en derrota hasta la derrota final , instalada en la soberbia y la superioridad»; sin dirigirse a los diputados, sino a las cámaras de televisión, «a ver si la sacan en TVG», postulándose como «salvadora» cuando es «la más derrotada en las urnas en la historia democrática de nuestra Comunidad». Tellado ha retratado a Bloque sumido en la «impotencia», porque representa a una «minoría de minorías», batido siempre en las urnas ante un Feijóo «invicto».

«Le ganó en 2009, en 2012, en 2016 y en 2020, y Alfonso Rueda le va ganar las elecciones también en el año 24 », ha proclamado.