Rufián llama «rata» a un diputado de Junts a colación de la ley antiokupas y aflora la guerra entre los independistas

«Hoy se ha aprobado la tramitación de nuestra ley contra las ocupaciones, impulsada por JuntsXCat y defendida por Marta Madrenas. Los que se han opuesto a esta medida han sido ERC, Bildu y Comuns. Que cada uno saque sus propias conclusiones», escribió Cruset. La réplica de Rufián, que ha encendido de manera notable los ánimos del sector de Junts, fue la del dibujo de la rata.

Desde Junts no han tardado en reaccionar, tanto en redes sociales como en el propio Congreso. Francesc de Dalmases, diputado en el Parlament por los postconvergentes, ha comparado ese post de Rufián con la actitud que asumían los nazis durante la II Guerra Mundial hacia las víctimas del holocausto.

«Ratas, piojos, escarabajos, buitres… el tipo de animales que los nazis utilizaban para deshumanizar a los judíos antes del holocausto. Los hutus se referían a los tutsi como escarabajos que había que eliminar para anticipar el genocidio…», escribió de Dalmases, que apuntala sus críticas directamente insultando al republicano.

«El problema es que es un indocumentado sin estudios ni conocimiento que en su vida no ha terminado un libro. Si no fuera así, sabría que ésta es la peor política: la de los totalitarismos sin razón que llevan a la destrucción. También a lo suyo: por eso perdió el 50% de los votos en las últimas elecciones y sigue por el pedregal».

Otro ejemplo de la mala relación entre ERC y Junts ha quedado patente en el propio Congreso de los Diputados. Gabriel Rufián se ha referido al acuerdo para el reparto de los menores extranjeros no acompañados al que han llegado el PSOE y Junts, que ha servido al portavoz republicano para criticar a la formación de Puigdemont.

«¿Nos gusta? No, no nos gusta. ¿Sabemos lo que es Junts y el tufillo que tiene todo lo que hace? Sí. ¿Hay alternativa? No», ha resumido. «Pero la cuestión es que hay que darle una solución a eso y esta es la que se ha dado y bienvenida sea», se ha resignado.

A su juicio, lo deseable es que los menores se acogieran en función de la población y de los recursos y capacidades que se tienen, y que «se dejara tratar a los niños como si fueran paquetes, ya está», pero bloquear la solución acordada implicaría que 4.400 niños siguieran hacinados en Canarias, algo a lo que se niega. «¿Es hacerle el juego a Junts? Seguramente, pero un día más», ha admitido.