El PNV amaga con el fantasma de la escisión en ETA para presionar a Rajoy

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha pedido al portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, que no haga «especulaciones irresponsables» sobre «una hipotética escisión y vuelta a las armas» de ETA y le ha emplazado a que «ponga el foco» sobre la falta de implicación del Gobierno español.

El bildutarra respondía así a Erkoreka, que horas antes había afirmado que en la banda terrorista se viven «tensiones internas» y que entre su militancia «no existe un diagnóstico común compartido sobre la actual situación» de poner fin a su actividad criminal. En opinión de Arzuaga, constituye una «grave irresponsabilidad» que el portavoz del Ejecutivo vasco «haya agitado el fantasma» de un regreso a la violencia porque «si alguien ha mostrado hasta ahora voluntad de avanzar en el proceso y de seguir dando pasos, ésa ha sido ETA».

Desde las filas nacionalistas ya se aireó el fantasma de una posible escisión en ETA pocos días después de que anunciara el «cese definitivo de su actividad armada», el 20 de octubre de 2011. Estaban próximos los comicios generales y desde la «izquierda abertzale« se vio un intento por parte del PNV de quitar bazas electorales a Amaiur que se presentaba ante el electorado nacionalista como impulsor del final de la violencia.

Expertos en la lucha antiterrorista consultados por ABC no trabajan con la hipótesis de que a corto o medio plazo pueda haber una escisión en ETA. Es cierto que existen tensiones internas, ya que los sectores más duros observan que con el parón no han conseguido ninguna de sus reivindicaciones. Pero hasta ahora las decisiones del «zuba» las están asumiendo. Los mismos medios apuntan a que la banda tiene ahora unos 15 miembros operativos, muy pocos como para poder escindirse. Sin embargo, es una hipótesis que tampoco se puede descartar por completo en un plazo más largo.