Bretón: «Lo que pasó no lo sé, y es lo que me gustaría saber»
El padre de los niños desaparecidos niega que quemara a sus hijos, pero cambia detalles sobre la hoguera. Se enfrenta a una petición de 40 años de cárcel
Los detalles aportados esta mañana por José Bretón , acusado de matar en octubre de 2011 a sus dos hijos , Ruth y José, sobre la hoguera que hizo en la finca de Las Quemadillas se distancian de las diferentes versiones que ha dado hasta ahora. Aunque sí ha negado que hiciera una gran candela y que quemara allí a sus hijos o que al levantar la pira saliera un gran cortina de humo. Bretón ha explicado que dejó a sus hijos durmiendo en el coche desde pasadas las 13.30 horas y hasta las 17.15 horas.
El acusado ha dicho que la hizo en en el lugar donde suele hacerlas y que usó «papeles de periódicos y ramas finas y gruesas» para hacer una hoguera que emprendió en unos «quince o veinte minutos» y a la que arrojó unas «bolsas de Ruth». Aunque precisó que había apuntes de ésta, la madre halló sus escritos en su visita de hace un año a la parcela. La investigación ha determinado que llegó a apilar decenas de kilos de leña de olivo y litros de combustible para armar el fuego .
Cuando se le ha recordado que el Infoca detectó a las 17.30 horas una columna de humo de importantes dimensiones, Bretón ha negado que él fuera el responsable e incluso ha señalado que sí vio en parcelas anexas esa cortina de humo , una cuestión no subrayada con anterioridad.
Al llegar a la parcela, «ordené cosas mientras ellos dormían; no me quité el polo y sí me cambié de pantalones que los dejé allí en la parcela pero no los tiré en la basura». Mientras en la instrucción se ha apuntado que fue uno de los objetos que tiró al contenedor cuando salió de la parcela y fue grabado por las cámaras de edificios colindantes, ahora lo niega y sólo habla de «papelillos de mis niños».
Niega que quedara con amigos
Bretón, que se enfrenta a 40 años de cárcel por doble asesinato de sus hijos Ruth y José de 2 y 6 años, no ha dejado claro al tribunal popular que lo juzga desde ayer, que quedara con amigos para almorzar ese día como sí ha mantenido en varias declaraciones y ha apuntado que durante toda la mañana estuvo pensando qué podía hacer al respecto y que no se lo comunicó a su madre.
A preguntas de la fiscal , ha negado que hacia las 11.00 horas cogiera el Kia Picanto de su hermano para acudir a la parcela tras dejar a sus hijos en casa de su hermana Catalina. Esta supuesta visita a la finca era, según la fiscal, para asegurarse de que no había vecinos en la parcela.
Por otro lado, Bretón ha dicho que consumía todo el gasoil que compraba en una cooperativa de Huelva a bajo precio. Sin embargo, la instrucción y el auto de hechos justiciables suman 240 litros de gasoil comprados en las semanas previas a la desaparición de sus hijos el 8 de octubre de 2011.
Amago de lágrimas
Sobre su relación con Ruth Ortiz, ha afirmado que era «plana, sin altibajos, normal» y se ha considerado un «padre bueno» que «ha inculcado valores» que nadie le ha «recriminado».
A preguntas de la fiscal ha explicado que tenía una «buena relación» con su mujer: « Creía que confiaba en mí, le contaba todo y ella no me contaba todo ». Se casó con ella, ha dicho, porque se enamoró, «la veía muy buena persona». Ha incidido en que no quería «una mujer maleable sino con personalidad, no influenciable».
Bretón ha afirmado, asimismo, que sus hijos «son la mayor alegría» de su vida y ha aclarado que él quería tener niños aunque «la mujer es la que puede tener la capacidad y alegría de tener niños» aduciendo que al trabajar 16 horas al día era normal que ella se quedara con ellos.
En un amago de emocionarse y con palabras entrecortadas ha dicho, mirando al tribunal, que su hija le decía «papá, agua» desde la cama. También ha sostenido que él crió a su hijo, a quien llevó a la guardería. El acusado habla en presente de sus hijos.s
Sin embargo, la tranquilidad se ha roto cuando la fiscal le ha preguntado por las pastillas que el psiquiatra le recetó y que según la instrucción pudo dar a sus hijos antes de llegar a Las Quemadillas. Bretón ha afirmado en dos ocasiones que tiró esas pastillas (Motivan y Orfidal), pero en su primera declaración del 22 de octubre ante el juez indicó que jamás las tiró y se las llevó a su casa en El Portil (Huelva).
La fiscal le ha hecho ver esta contradicción mientras Bretón ha explicado que el médico se las ofreció por si le veía con «ansiedad y nerviosismo»: «Y como no me hacían falta, las tiré». No precisó cuándo ni dónde. Al mismo tiempo ha negado que las usara para administrárselas a los niños.
Bretón comenzó a declarar a las 10.12 horas ante un jurado popular formado por siete mujeres y dos hombres para ser juzgado por dos delitos de asesinato con alevosía, por los que el fiscal y la acusación particular le piden 40 años de prisión.
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